
Los terminales de Samsung han alcanzado este año una gran aceptación del mercado y buenas cuotas de venta, una tendencia a la que la compañía quería poner la guinda con el Note 7, sin embargo, ha sufrido un revés inesperado.
Varios usuarios han reportado que su Galaxy Note 7 ha estallado después de su uso, por lo que la compañía ha explicado que retrasará el envío de terminales a diferentes mercados, incluyendo los tres principales operadores de telecomunicaciones de Corea del Sur, para asegurar el control de calidad de los mismos.
Los fallos con el nuevo dispositivo de alta gama podrían asestar un duro golpe al gigante surcoreano, que contaba con el Galaxy Note 7 para mantener su fuerte ritmo de ingresos frente a los nuevos iPhones de Apple que previsiblemente presentará la próxima semana. "Esto le agua la fiesta a Samsung, especialmente dada la expectativa duramente ganada que han generado productos como el Note 7", dijo el analista de IDC Bryan Ma, quien apunta a que "los lanzamientos pendientes de Apple ponen más presión para que sea solucionado pronto. El momento no podía haber sido peor", añadió.
Samsung no ha detallado cuál es el problema exacto que están tratando de solucionar ni cuáles son los mercados afectados por la medida. Sin embargo, la empresa hermana Samsung SDI dijo que aunque suministra baterías a los Galaxy Note 7, no había recibido información que sugiera que había fallos en las mismas.
En España la preventa de los terminales comenzó a mediados de agosto y era a partir de mañana 2 de septiembre cuando comenzaría a llegar a los usuarios y se pondría a disposición de la venta en general. Finalmente, se retrasará una semana en España y se podrá comprar libremente desde la página web de la compañía a partir del 9 de septiembre.