
La Comisión Europea quiere forzar a plataformas de contenido, como YouTube, Vimeo o DailyMotion, a rubricar acuerdos para compartir ingresos con los artistas y autores por los vídeos que generan sus usuarios. Según un borrador al que tuvo acceso la agencia Reuters, Bruselas quiere forzar este tipo de licencias para "reflejar el valor económico del uso hecho del contenido protegido", en referencia a los derechos de autor del mismo.
Las soluciones propuestas por los reguladores incluyen bien licenciar los derechos de autor o bien alcanzar acuerdos de monetización que permitan compartir ingresos con los artistas. Estos planes forman parte de la estrategia digital para el Viejo Continente que incluirá una reforma de la legislación de copyright en la Unión Europea y que debería darse a conocer en las próximas semanas.
En este sentido, los reguladores europeos también buscan que las plataformas que comparten contenido instauren "medidas apropiadas y proporcionadas, como tecnologías de identificación de contenidos, para asegurar el funcionamiento" de los acuerdos con los dueños de los derechos.
Los miembros de la industria argumentan que el motor de búsqueda Google de Alphabet obtiene grandes sumas por servicios como YouTube, pero que apenas una pequeña parte de ese dinero va a manos del sector de la música. Según Google, YouTube solo ha generado más de 2.000 millones de dólares para los dueños de derechos de autor por acuerdos de licencia con sellos musicales y compañías editoras en todo el mundo.
Hasta la fecha, la plataforma de vídeo de Google identifica automáticamente el uso de la música de un artista en su contenido y le ofrece la posibilidad de mantener dicho vídeo activo, bloquearlo o monetizarlo a través de un acuerdo. Sin embargo, los propietarios de dichos derechos consideran que no tienen suficiente poder de negociación ya que muchas plataformas no tienen la obligación de acordar medidas específicas con los artistas. El pasado mes de junio, más de 1.000 artistas, entre los que se incluyeron Coldplay, Lady Gaga y Ed Sheeran, firmaron una carta pidiendo a los líderes europeos que tomaran cartas en el asunto dado los rendimientos desproporcionados generados por la explotación comercial de su música.
Estos autores consideran que por su condición de meros recipientes de contenidos subidos por terceros, YouTube y otras plataformas suelen sortear la negociación de los derechos de difusión con los propietarios de los derechos, a diferencia de los servicios de streaming.