Algo pasa con Xiaomi. La fabricante de teléfonos china está experimentando una desaceleración severa de su actividad, lo que podría poner en riesgo su estabilidad financiera a futuro.
Calificada a veces como la respuesta de China a la hegemonía de Apple, Xiaomi está sufriendo una caída en las ventas cercana al 40% en el primer semestre del año, de acuerdo a los datos publicados hoy por la firma de análisis IDC.
Pese a que sus terminales no llegan a los mercados occidentales -al menos no por los canales convencionales-, la política de relaciones públicas de Xiaomi ha hecho que sus productos no dejen de estar en los medios de comunicación occidentales.
La firma, que no ha querido comentar las revelaciones de IDC, habría sido víctima de la caida del consumo en el pais asiático, como consecuencia de las turbulencias financieras de los últimos meses.
El frenazo ya había comenzado el año pasado. La empresa especializada en móviles de bajo precio y prestaciones relativamente elevadas había pronosticado que colocaría 100 millones de aparatos en 2015, pero a mediados de año las ventas comenzaron a frenarse y vendió finalmente 70 millones.
Si hacemos caso a los datos de IDC, el reinado de Xiaomi habría terminado ya. Ha vendido 10,5 millones de móviles en el segundo trimestre, mientras que sus rivales Oppo y Vivo se han disparado, con crecimientos interanuales del 124% y el 74,7% respectivamente, y unas ventas de 18 y 14,7 millones en ese mismo periodo.
