No está muy claro para qué va a servir este invento, pero si se aplica a la construcción quizá permitiría edificar estructuras como las que hasta ahora sólo un animal puede crear: la araña.
Usando un par de robots que se pegan a las paredes mediante succión y vacío, y una especie de impresora incorporada que tiende lianas de fibra de carbono, el Weaver Bot es capaz de tejer una especie de hamaca suspendida de varios puntos, y que puede soportar decenas de kilos gracias al uso de numerosos anclajes.
Son el producto de Maria Yablonina, graduada de la Universidad de Stuttgart y del Institute for Computational Design, que se han inspirado no sólo en los arácnidos, sino también en los aspiradores autónomos Roomba.
"Estamos sólo empezando a experimentar el verdadero potencial arquitectónico de este sistema de construccuión", explica en Dezeen el director del Instituto, Achim Menges, que añade: "Estamos convencidos de que su principal ventaja es que permitirá crear estructuras que serían imposibles de materializar de otra manera"
Esas estructuras estarían basadas en filamentos que se organizan para dar soporte a una carga concreta, y en lugar de limitarse a ser una retícula de pilares y forjados, ayudarían a que la arquitectura imitase a la naturaleza.