
Los planes de una de las dos empresas estadounidenses que quiere construir un sistema de transporte a mitad de camino entre la tubería y el tren de levitación magnética han recibido esta semana un espaldarazo de un socio comercial poco frecuente: Rusia.
La pasada semana el ministro de Transportes de del gigante eruoasiático sorprendía al declarar que había estado hablando con los propietarios de Hyperloop One, para "sugerir a los inversores que consideren la posibilidad de construirlo en el Lejano Oriente, a lo a lo largo de la frontera con China, hasta el puerto de Zarubino (Rusia)", según declaraciones de Maksim Sokolov al canal de televisión NTV.
Esa primera sección tendría, según los planes esbozados por Sokolov, unos 70 kilómetros de longitud y un coste de unos 30.000 millones de rublos (cerca de 410 millones de euros), y serviría para probar la viabilidad de la tecnología.
Las negociaciones han sido confirmadas por Shervin Pishevar, uno de los fundadores de la empresa, que considera además que esa sección podría ser sólo el primer tramo de un nuevo Transiberiano, dedicado a transportar contenedores entre China y Moscú en solo un día.
Personas por un tubo
Para ello, Hyperloop One se ha asociado con la ciudad de Moscú y con el conglemerado local de la construcción Summa Group, que es la propietaria del puerto de Zarubino (el tercero mayor de Rusia) junto con la pública china China Merchants Holding International, y que cuenta con una larga experiencia en el tendido de oleoductos y gasoductos, un tipo de infraestructura que es muy similar a la que necesita el Hyperloop.
Esta asociación es la respuesta de Hyperloop One a su competidora, Hyperloop Transportation Technologies (o HTT), que el pasado mes de marzo anunciaba un acuerdo con el gobierno de Eslovaquia para construir allí este medio de transporte, que en teoría es capaz de acarrear a personas y mercancías a una velocidad de más de 1.000 km/h, y que fue ideado por el multiemprendedor Elon MUsk (que sin embargo no participa en su desarrollo).
Por el momento, en su peculiar batalla ninguna de las dos compañías parece haber atraído el interés de inversores en su mercado natal, Estados Unidos. Respecto al estado de la tecnología, es Hyperloop One quien parece ir más avanzada, y a comienzos de de mayo demostraba un primer prototipo en funcionamiento que, de momento, sólo sabe acelerar pero que no cuenta con frenos.