Quizá se hayan acabado las fastidiosas averías de móvil por culpa de una mala caída, que termina con la pantalla del dispositivo agrietada y casi inservible. Samsung ha confirmado esta semana que está valorando la posibilidad de lanzar al mercado dos nuevos teléfonos inteligentes con uno de sus desarrollos más llamativos: la pantalla plegable.
Los dispositivos, que usarían LED orgánicos (OLED) para mostrar los datos, podrían estar a la venta en menos de un año, a comienzos de 2017, según han confirmado varias fuentes.
Este lanzamiento permitiría a Samsung recuperar parte del impulso perdido en su batalla comercial frente a los iPhones de Apple. Uno de los dos móviles que la coreana tiene en el disparadero cuenta con una pantalla de 5 pulgadas, que si se despliega completamente tendrá 8 pulgadas.
Eso le convertirá en una especie de híbrido entre móvil y tableta, cuyo tamaño se adapta en función de las necesidades del usuario.
"Este producto podría cambiar las reglas de juego si Samsung consigue que la interfaz de sus pantallas flexibles cuente con una interfaz adaptada", explica Lee Seung Woo, analista de la surcoreana IBK Securities, que añade que "el próximo año es un escenario probable. El mayor obstáculo, que era consguir fabricar plásticos flexibles que fuesen resistentes y transparentes parece quie ya ha sido resuelto".
Rumores y filtraciones aparte, parece que la próxima cita oficial para estos teléfonos que aún no tienen nombre comercial, pero que Samsung ha bautizado bajo el nombre de "Project Valley", será el mes de febrero, en el Mobile World Congress de Barcelona.