Cada vez tenemos acceso a más y más servicios en internet que requieren una contraseña: el banco, Facebook, nuestras cuentas de correo electrónico... Y para colmo, esas mismas empresas nos requieren para que utilicemos passwords que sean más seguros, que alternen mayúsculas y minúsculas y que, si es posible, también contengan números. Para acabar con esa ensalada de contraseñas un equipo de investigadores está desarrollando un sistema que podría permitirnos demostrar nuestra identidad con un simple gesto de la mano.
Varios científicos de las universidades de Rutgers en EEUU y Aalto en Finlandia han demostrado que la forma de trazar con la mano cualquier garabato es única e intransferible, y podría servir para autenticarse en la red.
No se trata de reproducir la firma convencional sobre una pantalla electrónica, como ocurre a día de hoy en los terminales de venta de unos grandes almacenes españoles. El sistema propuesto examina la forma de realizar un gesto concreto conforme a multitud de parámetros y la compara con la almacenada previamente.
La idea es pedirle al usuario que trace sobre la pantalla y de la mejor forma que sepa una figura predeterminada. Si el sistema considera que además de la forma dibujada, la forma de presionar, de cambiar la dirección del trazo e incluso de deslizar el dedo son las que tiene registradas, permite el acceso.
"Los gestos son una buena alternativa para la autenticación en móviles, porque son rápidos de crear y además se usan con facilidad", afirma en la revista del prestigioso MIT Janne Lindqvist, de la Universidad de Rutgers.
Durante la realización del estudio, Lindqvist y sus colegas demostraron así que los usuarios que utilizaron sus sitema basado en gestos ahorraron un 22% de tiempo, y demostraron además que es mucho más sencillo recordar una forma predeterminada que una clave alfanumérica.
