
El gigante tecnológico utiliza un sistema que rastrea la navegación que los usuarios realizan en Internet de tal manera que gracias al Big Data ofrece publicidad en función de los intereses y preferencias de los internautas. Sin embargo, este almacenamiento de datos ha generado polémica al aplicarse también sobre los estudiantes de primaria en EEUU que utilizan aplicaciones de Google en sus escuelas.
El origen de la cuestión comenzó cuando el mes pasado Al Franken, miembro de la Comisión de Privacidad, Tecnología y Leyes del Senado estadounidense, solicitó a Google que informara acerca de las políticas de privacidad de los estudiantes. El senador expresó su preocupación sobre el almacenamiento y el uso que la compañía estaba realizando sin el consentimiento de los padres, según informa The Washington Post.
La intranquilidad del senador se debe a que la compañía con sede en Montain View es la principal proveedora de tecnología para la educación en los EEUU, por lo que más de 30 millones de niños usan sus aplicaciones. Por lo tanto, con la intención de aclarar la situación, Google emitió un comunicado donde explicaba que el almacenamiento de datos de los más pequeños no tiene ningún fin publicitario y tan solo los utiliza para el desarrollo y la mejora de sus productos tecnológicos.
Sin embargo, la intranquilidad de Al Franken no ha quedado del todo resulta. El senador considera que Google no ha informado sobre el uso de datos de aquellas aplicaciones que no tienen un uso educativo, como son Youtube, Search o Maps. Mientras que también cuestiona si Google plantea a los escolares la opción de no ser rastreados.
"La respuesta de Google a mi cuestionamiento fue exhaustiva y aprecio su compromiso con este tema. Pero todavía estoy preocupado por lo que exactamente hace Google con la información que recoge de sus apps no educativas. Pienso seguir trabajando con Google para aclarar algunas de sus políticas porque es importante para la privacidad de nuestros estudiantes", comenta Franken en un comunicado.