MRW ha realizado la priemra prueba de concepto con drones con la colaboración de la empresa española HEMAV para la entrega de paquetes, un método de entrega que se está desarrollando con el objetivo de llegar a zonas de difícil acceso o medios rurales del mejor modo.
"Actualmente, las empresas de transporte tenemos una gran dificultad al repartir en zonas rurales o de complicado acceso, por lo que la entrega con drones optimizaría de manera significativa el reparto de los envíos. Además, como consecuencia se reducen los tiempos de tránsito de la entrega. Por estas razones, desde MRW se está investigando la viabilidad de esta modalidad de entrega", ha explicado Guillem Pérez, miembro del Comité de Dirección de MRW.
Con la llegada de la entrega con drones se abre un abanico de posibilidades que permitirán a la compañía una mayor flexibilidad en la entrega "aportando un valor añadido para acceder a puntos complicados", explica Pérez, al tiempo que recalca que "aunque hace unos años no se contemplaba esta modalidad de entrega, empresas como HEMAV trabajan para acercar más esta realidad que parece venir del futuro".
Sin embargo, y aunque la barrera tecnológica es un reto a conseguir, las verdaderas dificultades para que este tipo de entregas sean posibles están a nivel legislativo, operativo y de seguridad. Actualmente, un dron puede volar a más de 120 metros de altura sobre el punto en el que está el operador y, desde un punto de vista teórico, el techo de vuelo de las aeronaves con las que trabaja HEMAV está alrededor de los 3.000 metros, aunque sus posibilidades van más allá de lo establecido en el marco legal actual.
"Tecnológicamente la industria ya está preparada para la utilización de drones en distribución punto a punto de paquetería. Aplicar drones en los envíos supone acortar distancias, complementar la entrega y dar un valor añadido a sectores como la salud y la medicina. Hoy día, el mayor freno al envío con Drones lo pone la legislación, pues este tipo de operaciones no se contempla en la legislación vigente", asegura Carlos Ferraz, director de HEMAV.
Aún en el comienzo
Este proyecto aún se encuentra en una primera fase en la que las entregas se centran en envíos de medicamentos, desfibriladores y otros elementos en situaciones de emergencia como desastres naturales para zonas de difícil acceso. Sin embargo, "los grandes retos están en los aspectos de seguridad y la gestión de la distribución a gran escala", puntualiza Ferraz.
De momento ambas compañías están pendientes de la aprobación de la nueva legislación pues permitirían la habilitación de algunos escenarios como paquetería en puertos y envíos en zonas rurales. La visión a largo plazo incluye la entrega de paquetería y habilitación de zonas de aterrizajes así como que se autoricen los vuelos 100% automáticos y las operaciones en ciudad.