
La innovación militar no parece tener fin y el Ejército de EEUU quiere que sus soldados no fallen nunca. Si hace meses mostraban cómo eran unas nuevas balas que cambiaban de trayectoria para no fallar nunca, ahora han dejado ver un exoesqueleto que facilita el apuntar a los soldados.
El exoesqueleto mecatrónico MAXFAS, que ocupa todo el brazo, parece sacado de una película de acción de Hollywood y permite al soldado eliminar los temblores que se producen cuando alguien levanta un arma y mantiene el brazo extendido, lo que afecta en gran medida a la precisión de tiro.
Con este sistema el Ejército de EEUU no sólo quiere que los nuevos reclutas sean capaces de ser mucho más competentes, rápidos y precisos en el tiro básico, sino que también piensa en el ahorro de costes en munición si sus soldados son capaces de acertar a la primera en el objetivo, según explica el Ejército.
El exoesqueleto comenzó a desarrollarse en la Universidad de Delaware para ayudar a víctimas de accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, a raíz de otras pruebas descubrieron la posibilidad de reducir los temblores en los brazos de los soldados.
El exoesqueleto está fabricado en fibra de carbono, lo que le aporta gran ligereza, va montado en la espalda de los soldados y va conectado a unos sensores que envían señales a los motores del aparato para corregir la posición del soldado.
De momento se encuentra en fase de desarrollo y habrá que esperar para verlo en todo su esplendor, aunque los ingenieros de la compañía explican que sacarán otro modelo más perfeccionado.