Amazon tiene un problema con el pago de los gastos de envío debido al crecimiento de usuarios, y es que en el último año el presupuesto destinado a pagar a los servicios de mensajería aumentó un 31%.
Ahora, la compañía que dirige Jeff Bezos está planeando rebajar este montante de la mano de los usuarios. El minorista ha diseñado un plan por el que recompensaría a los particulares que llevasen los pedidos de otros usuarios para evitar así recurrir a la mensajería.
La idea, según relata el WSJ, es que el usuario se baje una aplicación a su móvil y si ésta detecta que hay un pedido que cerca de casa o del trabajo pues anima a que se encargue de entregarlo.
Aunque la compañía no ha querido pronunciarse sobre este nuevo y posible servicio, ya han comenzado a aflorar las primeras dudas, ya que el invento plantea más perjuicios que beneficios.
Porque en el caso de trasladar este modelo a usuarios particulares cabe preguntarse si serían éstos los responsables de la entrega. ¿Qué pasaría si no llega correctamente, o no llega tiempo o hay que devolverlo? Además, habría que tener en cuenta la reacción de las compañías de mensajería, lo que podría acabar siendo contraproducente para la propia Amazon.
"Hay cierta lógica en la idea, pero parece que hay mucho que pudiera salir mal", comentó al diario Marc Wulfraat, presidente de la consultora de logística MWPVL International, que llega a plantear lo siguiente: "¿Cómo evitas que las personas se queden los paquetes en lugar de dejarlos en el porche de alguien?"
Innovación en las entregas
Lo cierto es que la reinvención de los servicios de entrega no es algo nuevo para Amazon. Más allá de las entregas con drones que planteó a finales de 2013, la compañía ha probado con nuevos sistemas.
En San Francisco comenzó a probar el año pasado un servicio por el que pagaba 5 dólares por entrega a taxistas y conductores de Uber por hacer una entrega rápida y en el día de sus productos.
