
"¿Para qué queremos a Batman si ya tenemos el big data?" con esta estimulante pregunta empezó su intervención Rubén Martínez en la pasada edición del Mundo Hacker Day. Para este ingeniero informático de la Universidad Politécnica de Madrid, la gestión de ingentes cantidades de información y su posterior procesamiento es algo mucho más poderoso que cualquier superhéroe de tres al cuarto. Martínez ha creado un programa que "mezcla tecnología de big data con algoritmos de inteligencia artificial para realizar tareas predictivas". Fácil, ¿no? Descargue de forma gratuita la revista digital 'elEconomista Tecnología'.
Hablamos de usar la tecnología para predecir delitos que se están tramando en la vida real, ya sean robos, operaciones de narcotráfico, terrorismo... Nos explica que se trata de una máquina que va aprendiendo sola a partir de su propia experiencia, como si fuera un profesional de la investigación de delitos.
"Igual que se entrena a un agente, se puede entrenar a una máquina", nos dice. Pero, ¿cómo funciona en la práctica? En su caso, ha utilizado las estadísticas que hace públicas la ciudad de Chicago sobre cada uno de los delitos que tienen lugar en esa urbe. "Una vez que disponemos de esos datos, cada cual con características distintas, elijo una de esas variables que determina el tipo de delito que quiero predecir, por ejemplo, de narcóticos. Cuando el programa detecta que se dan las circunstancias que provocaron un delito de este tipo, lanza una alerta y nos avisa de cuándo, dónde y con qué probabilidad se va a producir".
Según nos explica este ingeniero informático experto en lenguajes de programación, estas herramientas se componen de dos partes. Primero hay un sistema de recolección de información por redes sociales que también incluye las redes cifradas en las que tienden a comunicarse los delincuentes -Tor, Freenet o I2P-. Una vez que consigue la información relevante, se la pasa al motor predictivo, que es el que lanza el resultado.
Aplicación en España
Visto lo visto, ¿por qué esperar a que se cometa un delito para detener al culpable si podemos adelantarnos? Esta es la pregunta que se hacen ls policías de medio mundo. De hecho, tanto la Comisión Europea como el Ministerio del Interior español quieren aprovechar las nuevas posibilidades que está ofreciendo el análisis de datos. La primera institución ha convocado un concurso público que está previsto que se resuelva en agosto para adquirir una herramienta con la que monitorizar la información de cualquier ciudadano, sea sospechoso o no, tenga antecedentes o sea novato en esto de los negocios turbios.
En España, el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ha lanzado otro concurso con idéntico fin, dotado con 1.633.500 euros, para comprar una herramienta con la que trabajarán la Guardia Civil y la Policía Nacional. Desde este último cuerpo de seguridad, sin querer desvelar los recursos que ya vienen utilizando para no dar pistas a los delincuentes, sí nos dejan claro que "utiliza las últimas herramientas tecnológicas a su alcance para prevenir delitos de cualquier tipo".
El terrorismo yihadista es el principal motivo de preocupación tanto de la Comisión Europea como del Ministerio del Interior español para ponerse las pilas e incorporar el big data al mundo de la seguridad. Y es que la experiencia les dice que el reclutamiento de jóvenes para el yihadismo no solo tiene lugar en mezquitas, sino en las omnipresentes redes sociales.
Trabajo con la NSA de EEUU
En Estados Unidos -siempre a la vanguardia en cuestiones de seguridad- hace ya algunos años que se está usando el análisis de datos para perseguir delitos. Palantir, una compañía fundada en 2003 por Peter Thiel -el mismo que creó PayPal- trabaja en esa línea con la NSA (Agencia de Seguridad Nacional).
En un reportaje que dedicamos a esta firma en el número seis de esta revista recordábamos por ejemplo cómo el Gobierno de Estados Unidos localizó a Bin Laden gracias a las coordenadas que les facilitó esta compañía. Palantir recibe su nombre del universo mágico creado por J.R.R. Tolkien. Si leíste Las dos torres, quizá recuerdes aquellas piedras oscuras, negras, de vidrio, imposibles de levantar por una sola persona y que tenían la extraña capacidad de ver lo que había más allá, que se comunicaban entre ellas. Esas mismas características las aglutina esta empresa en la que trabaja un millar de ingenieros.
Tan asumida tienen esta realidad en la sociedad norteamericana que ya cuentan con su propia serie de televisión sobre el tema. En cada episodio de Person of interest se muestra de lo que puede ser capaz el big data si enseñamos bien a esos motores predictivos. En la serie utilizan esa tecnología con bases de datos del Gobierno, de los cuerpos y fuerzas de seguridad, también de las instituciones sanitarias, de las empresas, de las redes sociales...
"Para que estas herramientas se aprueben tienen que pasar por un tribunal de ética y analizar hasta qué punto va a ser invasiva la recolección de información", avisa Rubén Martínez. "Es un tema muy peliagudo ver a qué nivel de profundidad se llega".