Apple ha confirmado las incopatibilidades que tienen sus iWatch y las muñecas tatuadas de los usuarios. Según avanzaban algunos medios durante la semana pasada, esta confluencia, conocida como Tatoogate, provocaba lecturas equivocadas y mensajes de error debido a que la tinta interfería con los datos recogidos por el sensor.
El 'mea culpa' entonado por la empresa de la manzana le ha llevado a actualizar la página de soporte técnico del dispositivo, donde reconocen el problema y añaden detalles sobre la decoración corporal con tinta y su repercusión en el mal funcionamiento del dispositivo.
"Los cambios permanentes o temporales en la piel, como algunos tatuajes, pueden también afectar en el rendimiento del sensor de ritmo cardíaco. La tinta, el patrón y la saturación de algunos tatuajes pueden bloquear la luz del sensor, haciendo difícil la toma de lecturas fiables", explican los de Apple.
La única solución que ofrece la tecnológica a los que se encuentren con semejante panorama es utilizar los sensores externos a través de bluetooth, aunque, obviamente, no será la solución ideal para muchos usuarios.
