Tecnología

Bombillas inteligentes, o cómo optimizar la luz para cada trabajador

Si hay teléfonos inteligentes, relojes inteligentes, coches inteligentes, incluso aulas inteligentes, ¿cómo no iba a haber bombillas más listas que nadie? Era cuestión de tiempo. Consulte aquí la nueva edición de la revista elEconomista Tecnología.

Partimos de una premisa sencilla: en un mismo edificio de oficinas de una compañía trabajan empleados jóvenes recién salidos de la universidad y otros al borde de la jubilación. Hay quienes disfrutan de ventanas soleadas buena parte del día y quienes pasan la jornada en cubículos interiores.

¿Cómo justificar que todos reciban la misma luz? Philips, que sabe un poco de iluminación, se apoya en el Internet de las cosas para defender un proyecto en el que podríamos ajustar la intensidad de la luz de cada puesto de trabajo a las necesidades de los distintos empleado. Y todo ello a golpe de click desde una aplicación del móvil.

Explican, por ejemplo, desde la compañía holandesa que, para una misma tarea, un trabajador de más de 45 años tiende a necesitar casi el doble de luz de la que requiere un joven de 20 años. "El principio de una sola luz para todos queda obsoleto en un momento en el que todos estamos viviendo y trabajando más tiempo", dicen.

Según distintos estudios, la iluminación mínima requerida para escribir, teclear, leer y procesar información en las oficinas es de 500 lux. A juicio de Philips, casi una tercera parte de los trabajadores actuales necesitarían mayor luz ya que nuestra vista va teniendo otras necesidades según pasan los años. Está demostrado que a partir de los 45 años, empezamos a experimentar un deterioro de la capacidad visual. Una investigación demuestra que una persona de 60 años necesita entre dos y cinco veces más de luz que una persona de 20 años para ver el mismo detalle visual o para concentrarse.

La doctora Bianca van der Zande, directora científica en Philips Lighting, recuerda que "la gente a menudo coge baja por enfermedad debido a dolor de cabeza o fatiga". "Estos síntomas pueden tener muchas causas subyacentes, pero quizá una de estas podría ser el resultado de una prolongada fatiga ocular debido a las malas condiciones de luz en su vida laboral", advierte.

Ejemplo de cómo se usan las bombillas inteligentes

Entre concentrarse y crear

De los estudios que han desarrollado desde el laboratorio de esta compañía, concluyen que si bien se requieren 1.000 lux para mantener la concentración, es la iluminación tenue la que realza el pensamiento creativo. Sin embargo, una iluminación homogénea podría aumentar la concentración de un empleado y al mismo tiempo podría dañar la creatividad de otro.

Philips se apoya en un experimento que llevaron a cabo dos años atrás para defender su proyecto de una luz personalizada para cada trabajador. En 2013, hicieron que los empleados probaran con una lámpara de escritorio en la que podían ajustar su intensidad y su temperatura de color a su gusto. Alrededor del 90% reconoció que había logrado una visión más aguda, un confort ocular óptimo, la capacidad de ver detalles más pequeños y mejor contraste.

La iluminación conectada para oficinas Philips Power-over-Ethernet provee bombillas personalizadas sin incrementar los costes por empleado ni la huella de carbono, se utilizaría el mismo cableado que el de los ordenadores. La iluminación se convierte en un dispositivo de la red, que permite a los trabajadores de las oficinas controlar y configurar sus preferencias lumínicas personales en su espacio a través de sus smartphones. "Imagine que es capaz de ajustar la iluminación situada justo sobre usted simplemente pulsando un botón en la app de su smartphone" sugiere Adrie de Vries, consultor de iluminación senior de Philips.

La interacción entre los smartphones y la iluminación del techo se hace posible a través de los puntos de acceso de comunicación inalámbrica, integrados en cada accesorio de iluminación. Incluso cada punto de luz cuenta contaría con su propia dirección IP.

"Esta es una extensión del Internet de las cosas en la oficina. Hemos desarrollado herramientas -como softwares basados en paneles de mando- proporcionando un medio intuitivo de configurar y operar el sistema. El resultado es una alta eficiencia energética, una iluminación personalizada para los trabajadores y una información en tiempo real útil para los administradores de edificios", afirma Jeff Cassis, jefe de sistemas globales en Philips Lighting. "Por tanto, podemos ser un socio clave habilitando sistemas de iluminación conectada que aporten valor para nuestros clientes, más allá de la iluminación".

La firma que propone estos cambios hacia la iluminación inteligente echa en falta una adaptación de las normas reguladoras europeas. Las actuales son de 2011 y deben actualizarse para tener en cuenta el envejecimiento de los trabajadores. "Los organismos reguladores deberían tener en cuenta estos resultados para el bienestar y la productividad de la fuerza de trabajo de hoy en día", dice la Van der Zande.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky