
La industria tecnológica persiste en aligerar su estructura laboral a pasos agigantados. Sólo durante este año, los despidos anunciados por media docena de grandes compañías afectará a más de 70.000 trabajadores.
La mayor parte del ajuste ya se ha ejecutado, quedando la supresión de varios miles de puestos para los próximos años. La última compañía en incorporarse a esta lista fue Alcaltel-Lucent, fabricante de dispositivos de telecomunicaciones que ayer anunció una regulación que afectará a 10.000 puestos de trabajo hasta finales de 2015.
De esa forma, la empresa prevé ahorrar 1.000 millones de euros en los próximos meses. El objetivo de Alcatel es el mismo que mueve al resto de las compañías: reducir costes de la noche a la mañana. En concreto, el ajuste de la firma francoestadounidense incidirá en 4.100 empleos en Europa, Oriente Próximo y África, 3.800 en Asia-Pacífico y 2.100 en el continente americano.
En la actualidad, el proveedor de infraestructuras ocupa globalmente a más 72.000 personas, por lo que la supresión de empleo incidirá sobre el 13,8 por ciento de la plantilla. "El Plan de Cambio pretende que la compañía recupere el control de su destino", dijo ayer el nuevo consejero delegado, Michael Combes, a través de un comunicado.
Empresas en crisis
A finales del pasado septiembre, el fabricante canadiense BlackBerry anunció su intención de despedir a 4.500 empleados, lo que representa al 40 por ciento de su plantilla. Las pérdidas del segundo trimestre del año precipitaron una decisión que sacudió especialmente en Canadá, feudo de la compañía, donde ejerce de motor económico en la zona a través de cientos de empresas auxiliares.
El grupo alemán Siemens también conmovió al sector a finales de septiembre al confirmar un plan de ajuste de 15.000 puestos de trabajo. La mitad del recorte se efectuará antes de finales de año, y el resto quedará pendiente para 2014.
Siemens cuenta con cerca de 370.000 empleados en todo el mundo, de los que 119.000 se encuentran en Alemania. Precisamente en tierra germana se suprimirán cerca de 5.000 puestos, a través de prejubilaciones y bajas incentivadas. Esta medida pretende generar ahorros de 6.000 millones de euros en el plazo de dos años.
La japonesa Toshiba tampoco se libra de la oleada de despidos. En su caso, la regulación afectará a la mitad de su fuerza laboral en el negocio de televisión, lo que representa un recorte de 3.000 personas. Además, la compañía tiene que elegir cuál de sus plantas extranjeras mantendrá su actividad, a escoger entre China, Indonesia y Polonia.
El caso de Hewlett Packard (HP) es especial, ya que el anuncio del recorte de 27.000 empleos (cerca del 8 por ciento de la plantilla) se realizó la primavera de 2012, aunque el ajuste se prolongaría hasta 2014. La cúpula de HP ya indicó que con dicha medida correctora se podrían ahorrar entre 3.000 millones y 3.500 millones de dólares (2.200 millones y 2.580 millones de euros) al término del año fiscal 2014.
Proveedores de telecos
Ericsson tiene reciente el último ajuste laboral, que afectó a 1.550 personas en Suecia, cuna de la compañía, y otros 250 puestos en España, en una regulación realizada a principios de año. También la disolución de la joint venture ST-Ericsson, formada por la compañía sueca y STMicroelectronics, se cobró cerca de 1.600 empleos a mediados del pasado marzo.
Asimismo, el fabricante de equipamiento de teléfonos, Nokia Siemens Networks, se plantea eliminar 8.500 empleos debido a la caída de las ventas. En el peor de los casos, los despidos afectarían a un 17 por ciento de una organización compuesta por casi 50.000 empleados en todo el mundo, según informó Bloomberg.
No es comparable con lo anterior el recorte del 20 por ciento de la plantilla de la división estadounidense del fabricante de móviles HTC, ya que el ajuste previsto apenas afecta a 30 trabajadores.