
Line ha superado ya en España la barrera de los diez millones de usuarios además de por la necesidad de pagar anualmente por las características que tiene el servicio de mensajería japonés.
Una de las claves del éxito de Line reside en sus stickers, unas ilustraciones que se insertan en las conversaciones y que superan en tamaño a los emoticonos y que se han convertido ya casi en una propia lengua. No son pocos los usuarios que casi se comunican de forma exclusiva a través de estas pegatinas, tal y como hace gala la compañía en sus anuncios. Pero, ¿de dónde salen éstas ilustraciones?
Line cuenta con una serie de diseñadores que se centran exclusivamente en desarrollar historias, plasmando situaciones cotidianas de varios personajes principales como Cony y Brown, dos osos enamorados, Moon, una bola blanca con muchos estados de ánimo o James, un rubio conquistador. Y es que, "Los stickers tienen un rol para promover la comunicación entre los usuarios de Line", según reconoció Jeanie Han, CEO de la compañía para América y Europa, al portal Zmart.co.
En dicha entrevista, Han trazaba los planes de la compañía para comercializar diseños de forma individual y es que aunque cuentan con una gran cantidad diseñadores propios, cuentan con álbums de stickers que son propuestos a la compañía y Line acepta o no en función de la calidad de éstos.
Sin embargo, la clave de los stickers está en la rentabilidad, ya que cada packs de pegatinas cuesta 1,79 euros lo que ha llevado a Line a ser la aplicación más rentable según un reciente estudio de App Annie.
Al igual que Rovio, Line comercializa estos stickers en forma de merchandising, con peluches, bolígrafos y post-its, aunque de momento sólo están disponibles en Japón y algunos países de Asia, sin embargo, Jeanie Han dejó la puerta abierta a un posible negocio en España de estas características: "si recibimos las suficientes peticiones, podríamos venderlos en España también".