Tecnología

China le ha comido la tostada a EEUU y la relación entre ambos ha cambiado para siempre

Bloomberg

Desde hace varios años ya, Estados Unidos ha estado ejerciendo una presión y bloqueo especialmente fuerte a China. Su motivación es clara, no quieren que el gigante asiático y su mayor competidor alcance los niveles de desarrollo que tienen el país norteamericano.

Para ello han tratado de evitar que China use o aplique cualquier tipo de tecnología de EEUU, y ha impedido dentro de lo posible que en EEUU tampoco se use cualquier nueva tecnología o servicio procedente del país asiático. Si bien los planes de EEUU parecía que habían funcionado, por ejemplo, durante unos años parecía que era el fin de Huawei, lo cierto es que estos bloqueos e impedimentos han hecho a la marca más fuerte que nunca.

La resiliencia de las empresas chinas, junto a su capacidad de innovación y creación, han hecho que a pesar de todo hayan logrado alcanzar a EEUU en lo que se refiere a nivel tecnológico, y han ido generando alternativas a cada uno de los servicios o plataformas que se lanzaban en EEUU.

Hemos visto como TikTok se ha comido al resto de redes sociales que históricamente eran siempre de EEUU, o como DeepSeek, el chatbot de IA chino, hizo que durante unos días las acciones de ChatGPT cayeran estrepitosamente, al ser una alternativa mucho más barata y supuestamente con la mismas prestaciones.

Pero ya no solo eso, que es más visual o fácil de ver para el usuario medio, sino que en tema de industria en la producción de chips, un componente esencial para toda la tecnología existente hoy en día, China tiene el brazo más poderoso del mundo.

Por ello, los vetos, bloqueos e impedimentos para acceder a tecnología china que tienen que cumplir las empresas estadounidenses, han supuesto una zancadilla que su propio gobierno les ha puesto. Pero, según The Financial Times, esto podría cambiar pronto y aunque Donald Trump nunca lo reconocerá, van a "doblegarse" al gigante asiático.

Según dicho medio, Trump quiere tener un cara cara con Xi Jinping antes de que acabe este año, para poder limar las asperezas entre ambas potencias mundiales, con esperanzas de llegar a acuerdos comerciales y el objetivo de impulsar a empresas como NVIDIA, AMD, Broadcom y otras compañías.

Y es que a pesar de que a lo largo de este año las acciones de NVIDIA han subido como la espuma, igual de fácil han caído también, y todo tiene que ver con las sanciones comerciales del Departamento de Comercio de EEUU.

Pero desde la Casa Blanca se han dado cuenta de que necesitan los chips chinos para seguir liderando el mercado, y aunque no todos los miembros de la administración estén de acuerdo, van a hacer lo posible para suavizar las tensiones y llegar a un entendimiento.

La intención final es (desde la distancia) convertir más a China en un aliado comercial que un rival al que hay que batir constantemente, pero esto no es algo que EEUU haga con gusto, sino que debido a cómo están las tornas, necesita hacerlo.

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