Tecnología

El dilema de Disney: quiere usar la IA para reforzar la magia pero teme perder el control de su imperio audiovisual

Darth Vader. Alamy.

El uso de la IA se está extendiendo a múltiples sectores. El veloz desarrollo de esta tecnología está permitiendo la creación de herramientas que permiten automatizar procesos en ámbitos como las finanzas, la salud y la manufactura. La industria del cine también está incorporando este instrumento: el equipo de 'The Brutalist' utilizó una herramienta de IA para mejorar los diálogos en húngaro de los personajes. Sin embargo, el auge de la IA en Hollywood tiene numerosas implicaciones que, para titanes como Disney, son complejas de afrontar.

La firma de Mickey Mouse afronta una dura tarea: implementar el uso de la IA en la elaboración de películas y, paralelamente, proteger la propiedad intelectual y los derechos sobre sus creaciones. Si bien tecnología permite reducir los costes y acelerar el desarrollo de los filmes, los derechos de uso del contenido resultante son más complejos y podrían escapar al control de la firma encabezada por Bob Iger.

Así, Disney y Metaphysic, una compañía de IA generativa, negociaron durante 18 meses los términos de un contrato para generar la cara de Dwayne Johnson y superponerla sobre el rostro de un doble de acción en el rodaje de un live-action de 'Moana'. 'La Roca' aceptó rápidamente este planteamiento, pero el equipo de abogados de Disney tenía serias dudas de que la firma pudiera reclamar todos los derechos de propiedad de toda la película si parte de ella se había realizado con IA generativa. Aunque ambas compañías llegaron a un acuerdo y se 'clonó' con IA la imagen de Johnson, estas imágenes no han sido incluidas en el editado final de la película, la cual se estrenará el próximo año.

Por otro lado, existe el temor de que el uso de la IA pueda dificultar las negociaciones con los sindicatos del sector. Los representantes de los trabajadores mantuvieron hace dos años una histórica huelga, de casi cinco meses de duración, en la que reclamaban mejoras salariales y un control sobre el uso de la IA en los procesos creativos como la elaboración de guiones. Aquel conflicto laboral, que concluyó con un acuerdo en el que se cumplían buena parte de las demandas de los asalariados, tuvo un impacto de 6.000 millones de dólares, y obligó a reprogramar el estreno de cintas como Dune 2 o Avatar 3. La posibilidad de que el uso de la IA pueda desencadenar un nuevo conflicto con los trabajadores audiovisuales, a un año de volver a negociar con ellos, es un riesgo que Disney no está dispuesto a correr.

Esta fue una de las razones por las cuales la firma desechó el plan de emplear IA generativa en 'Tron: Ares', una película que se estrenará este año. En el argumento de la cinta, un soldado creado por IA generativa entra en el mundo real, y la firma de Mickey Mouse tenía pensado producir dicho personaje con inteligencia artificial. El plan consistía en la elaboración de prompts por parte de un escritor sobre el personaje en cuestión, enviados después a un programa de IA. Posteriormente, el programa sería grabado respondiendo preguntas mediante la voz de un actor.

La posible mala publicidad de este plan motivó el descarte del mismo. El contexto es importante: actualmente, hay sets en los que los actores que son escaneados para producir un doble digital son acompañados de un representante de Screen Actors Guild, uno de los principales sindicatos del sector en Hoollywood.

Por otro lado, Disney también tiene problemas para encajar la implementación de la IA y su política de derechos en su negocio de videojuegos. El año pasado, la matriz de Lucasfilm obtuvo una participación accionarial en Epic Games, firma desarrolladora de Fortnite, para incluir contenido de Disney en el popular juego de shooting interactivo. Sin embargo, el empleo de servicios de IA en este videojuego inquieta a a la firma de Mickey Mouse. La propietaria de Fortnite está preparando una herramienta para permitir a los usuarios generar contenido mediante IA empleando a los personajes de Disney, pero no está claro quién tendría los derechos de las creaciones de los jugadores.

Esta inseguridad de Disney corre paralela a su beligerancia frente a las compañías de IA generativa que usan su contenido, sin tener licencia, para generar contenido y, paralelamente, potenciar el aprendizaje de los modelos de IA. Fiel reflejo de la defensa de los derechos de propiedad intelectual de su contenido es la demanda que la matriz de Marvel interpuso, conjuntamente con Universal, contra Midjourney. En la denuncia, ambas firmas acusan a Midjourney de generar copias ilegales con IA de la Princesa Leia y los Minions.

En definitiva, Disney teme perder el control de los derechos sobre el contenido de su imperio audiovisual. La inquietud es de tal magnitud que Bob Iger y Horacio Gutiérrez, consejero delegado y vicepresidente de Disney respectivamente, se han reunido con representantes de la Casa Blanca en los últimos meses para transmitirles sus preocupaciones en este ámbito.

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