
Especial Deportes
En un contexto en el que todo está masificado, la personalización se ha convertido en la pieza clave para atraer y fidelizar a los clientes. Algo a lo que no es ajeno el deporte. En este sentido, la Inteligencia Artificial (IA) está irrumpiendo con fuerza, ofreciendo una experiencia con valor añadido para los aficionados. Así lo pone de manifiesto el informe Más allá del juego: la nueva era del entretenimiento deportivo impulsado por la IA, elaborado por el Instituto de Investigación de Capgemini.
"La IA está transformando la forma en que los aficionados se relacionan con los deportes en general. La tecnología ofrece actualizaciones personalizadas que mejoran su experiencia del juego, con estadísticas y datos sobre sus equipos, partidos y jugadores favoritos", recoge el estudio. No en vano, el 54% de los aficionados utiliza ahora herramientas de IA o IA generativa como principal fuente de información, y el 59% confía en el contenido generado por estas tecnologías", apunta la investigación.
La IA generativa es un tipo de inteligencia artificial que se centra en la creación de contenido nuevo y original, como texto, imágenes, música, audio y vídeos, en lugar de sólo analizar o clasificar datos existentes. "El verdadero poder de la IA en el deporte, y especialmente de la IA generativa, reside en su capacidad para transformar la forma en que los aficionados conectan con el juego, con los atletas y entre ellos", explica Pascal Brier, director de innovación de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo. "A medida que la tecnología evoluciona, se abrirán nuevas formas para que los aficionados puedan crear su propia experiencia única, que será una combinación de datos en tiempo real con oportunidades inmersivas e interactivas", añade.
Por ejemplo, para esta temporada, Ferrari e IBM firmaron un acuerdo para desarrollar una aplicación móvil completamente renovada que permite analizar y transformar el enorme volumen y variedad de datos de Ferrari, tanto actuales como históricos, en información personalizada, contenidos exclusivos y características innovadoras diseñadas para potenciar la experiencia de todos los fans.
A este respecto, según el estudio de Capgemini, casi el 70% de los aficionados quiere tener acceso a las estadísticas de los jugadores y a los datos del partido en directo y utilizar esta información para enriquecer su comprensión del juego cuando se produce el descanso. Y es que la participación digital de estos seguidores alcanza su punto álgido antes de los partidos y durante los descansos, en lugar de durante el encuentro en sí. Como ejemplo, en 2023 los seguidores de Wimbledon consumieron 64 terabytes, un 37% más que en 2022.
No obstante, si bien la innovación digital goza de una gran aceptación, casi el 60% de los encuestados teme que un exceso de tecnología pueda restar emoción a los eventos en directo. Además, más de la mitad cree que podría disminuir su disfrute, en general, del partido o la competición.
"Esto pone de relieve la importancia de encontrar el equilibrio adecuado entre el aprovechamiento de la tecnología para mejorar la experiencia de los aficionados y la preservación de lo que hace que los deportes en directo sean tan atractivos", indica el informe de Capgemini.
La seguridad, clave
Ahora bien, todo ese flujo de datos que genera el deporte debe ir acompañado de más seguridad. El informe revela que existe una falta de concienciación acerca de la privacidad de los datos en las herramientas de visualización deportiva basadas en la inteligencia artificial. Así, mientras que casi la mitad de los fans al deporte de la generación Z y la Y son conscientes de los distintos tipos de datos que se recopilan y dan su consentimiento explícito para su almacenamiento, esto solo ocurre en el 36% de los baby boomers.
También existe inquietud por la desinformación. Al 66% de los encuestados le preocupa que la difusión de información falsa aumente el riesgo de que los deportistas sean objeto de ataques o de acoso por parte de seguidores descontentos. Además, el 57% está preocupados por la difusión de información falsa sobre jugadores o equipos y un 54% por la suplantación de identidad de los deportistas.