Opinión

Tiempos modernos para la Inteligencia Artificial

  • José Ramón Castro es Director general de Siemens Digital Industries para España y Portugal.
Fotograma de Tiempos Modernos, modificado con recursos relacionados con la IA
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¿Quién no recuerda la célebre escena en la que Charlie Chaplin apretaba tornillos de una manera desesperada en una cadena de producción? Se trata de la célebre película 'Tiempos Modernos'. Filmada en 1936, mostraba la vida de un obrero de fábrica que vivía en plena revolución industrial durante la depresión de 1929. Si en esos años la industria asumía retos como el trabajo mecanizado o la producción en cadena, ahora, casi cien años después, afronta otro gran hito: la incorporación de la IA a sus procesos.

En Siemens somos conscientes de su importancia y ya la estamos aplicando a diferentes niveles. Si hablamos de procesos internos, utilizamos herramientas como el Microsoft 365 Copilot, un asistente que simplifica pequeñas tareas de nuestro día a día relacionadas con aplicaciones como el Word, el Power Point o el Excel. Realmente es una solución parecida a la que puede tener cualquier empresa.

Pero hemos dado un paso más allá en el desarrollo de estos Copilots. Contamos con herramientas internas agrupadas en la plataforma Siemens GPT que nos permiten conectarnos a diversos modelos de IA sin tener que preocuparnos por la confidencialidad de la información.

De esta manera, los datos siempre permanecen dentro de la empresa para que nuestros empleados puedan servirse de la Inteligencia Artificial con total tranquilidad a la hora de desarrollar gran variedad de tareas cotidianas: revisar correos de clientes, mejorar presentaciones internas o analizar documentos extensos como manuales técnicos o especificaciones sobre una oferta.

Todas estas herramientas internas mejoran y aprenden con cada consulta que realizan los empleados de Siemens. Al tener acceso a nuestras bases de datos se mantiene constantemente actualizado nuestro porfolio o los proyectos más recientes que estamos llevando a cabo. Antes de cualquier reunión, nuestros comerciales pueden utilizar la IA para obtener recomendaciones y soluciones concretas que pueden trasladar directamente a sus clientes, lo que facilita un servicio más ágil y adaptado a sus necesidades.

Si aplicamos todas estas opciones en nuestros procesos internos, en el terreno externo las posibilidades se multiplican, ya que somos capaces de incluir la Inteligencia Artificial generativa en el desarrollo del Gemelo Digital. Por ejemplo, podemos diseñar y generar de manera rápida y eficiente cientos de versiones de una nueva pieza para industrias como la automoción o la aeronáutica con el objetivo de dar con la opción adecuada en función de las prestaciones que necesitamos de la misma. Imagínense el ahorro de tiempo y de costes y la reducción de la huella medioambiental que ello significa en términos de sostenibilidad.

El Gemelo Digital es el entorno perfecto donde probar y aplicar técnicas de IA sin miedo a equivocarnos, porque podemos iterar y perfeccionar estas soluciones en el mundo virtual para que sean lo más eficientes posible una vez que se trasladen al mundo real.

Y es algo que ya aplicamos en nuestras factorías. En Siemens tenemos la ventaja de contar con más de 200 plantas en las que probamos las tecnologías que después vamos a trasladar al mercado. Somos el cliente cero de nuestros propios productos.

Tenemos diferentes ejemplos de cómo se puede aplicar la IA para beneficio de la industria. El primero de ellos se produce en nuestras propias instalaciones. Los componentes electrónicos que se fabrican en la factoría que Siemens opera en Amberg son demasiado pequeños como para que el ojo humano pueda detectar sus defectos. Por ello, una solución de visión artificial, que es una subrama de la IA aplicada a imágenes y videos, facilita esta inspección de calidad de una manera sencilla y con una fiabilidad cercana al 99,9%.

También somos capaces de trabajar con brazos robóticos que, sin entrenamiento previo, capturan miles de referencias y las colocan en otro lugar. En este caso, no necesitamos entrenar un algoritmo con miles de imágenes para que sepa recoger y depositar cada pieza. El robot emplea la mejor posición para manipularlas, lo que le confiere multitud de usos: desde una empresa de alimentación hasta un almacén de intralogística.

Otro ejemplo es la aplicación de algoritmos predictivos en infraestructuras críticas. Por ejemplo, en el sector del agua predecimos la demanda en una determinada zona. De esta manera, optimizamos el almacenamiento y distribución de este recurso tan valioso. Estos algoritmos se ejecutan directamente junto al proceso, en tiempo real, gracias a nuestra tecnología de Edge Computing.

En los últimos años, hemos establecido una estrategia de adquisiciones que van por esta línea. Si hace año y medio incorporamos a BuntPlanet, empresa que emplea la IA para ofrecer soluciones de medición inteligente y de control de caudal de agua, recientemente hemos integrado en nuestro negocio a Altair por 10.000 millones de dólares con el objetivo de fortalecer nuestro liderazgo en el uso de la IA aplicada al software industrial. El último hito es la adquisición de Dotmatics para ampliar la cartera de software impulsada por IA a las ciencias de la vida: el sector farmacéutico.

El pasado mes de junio presentamos el 'Barómetro de la IA', un detallado informe en el que hemos analizado su grado de adaptación en la industria y en las infraestructuras. Y los resultados no pueden ser más evidentes. El 75% de los directivos españoles ya ha iniciado proyectos con IA o tiene planes muy avanzados para su integración, y más del 60% prevé incrementar la inversión en esta tecnología en los próximos tres años.

Pero este proceso no ha hecho más que empezar. En apenas tres años vamos a vivir una auténtica revolución. La IA nos ayudará a realizar con mucha mayor facilidad tareas como el mantenimiento predictivo para evitar paradas no deseadas, con la consiguiente pérdida de rentabilidad en las empresas. De ahí la importancia de asegurar una rápida, robusta y segura conectividad del dato a través de la tecnología 5G o del Wifi6.

Para entonces, la gran mayoría de soluciones industriales tendrán integrados lo que en Siemens denominanos Industrial Copilots. Asistentes de IA generativa que ayudarán a las personas en tareas como la programación de código de automatización y les proporcionarán la información sobre el estado de sus máquinas y fábricas para facilitarles el soporte en actividades de mantenimiento.

El Gemelo Digital es el entorno perfecto para aplicar IA porque podemos iterar la soluciones en el mundo virtual

Tarde o temprano, estos copilotos pasarán a ser pilotos. Agentes autónomos de IA capaces de gestionar flujos de trabajo y operaciones en fábrica. Y actuarán como un empleado más en las tareas industriales.

Para ello, es imprescindible alcanzar una IA de grado industrial que sea lo suficientemente robusta y fiable como para operar con un determinado nivel de autonomía en las fábricas. Queda mucho trabajo por hacer porque en un entorno industrial no hay margen de error. Si ChatGPT se equivoca y da una respuesta incorrecta no pasa nada: se vuelve a comenzar el proceso. Sin embargo, si la IA industrial falla puede provocar una parada en planta y una pérdida económica irreparable.

En Siemens trabajamos para lograr esta IA de fiabilidad industrial, que alcance el mismo estándar con el que basamos ahora toda nuestra tecnología. Para que el operario de planta tenga todas las herramientas a su alcance. Para que nuestros tiempos modernos sean mucho más tranquilos que los que protagonizaba Charlie Chaplin en la inmortal película de 1936.

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