
Sateliot continúa atrayendo a inversores bajo su posición única en Europa en conectividad satelital en Órbita Baja (LEO) bajo el estándar 5G para el Internet de las Cosas (IoT). En la última ronda de financiación entró Hyperion Fund, el fondo de Pablo Casado, y también la conocida como 'Sepi digital', reforzando la posición del Estado en el accionariado -también está a través de Sepides-. El próximo paso de la firma es trabajar en dar soluciones de liquidez a los inversores. Jaume Sanpera, CEO de Sateliot, atiende a elEconomista.es en el marco del Space Economy Congress, que se celebra los días 3 y 4 de julio en La Llotja de Mar de Barcelona.
A finales de marzo firmaron 70 millones en una nueva ronda. ¿En qué posición está situada ahora mismo Sateliot?
Estamos ante un momento histórico. Europa tiene que ser soberana en el ámbito espacial. Estados Unidos nos ha dicho que estamos solos y tenemos una guerra en nuestra región. Todo esto refuerza la necesidad de tener esa autonomía espacial. De este modo, que el Banco Europeo de Inversiones nos haya concedido el primer préstamo a una compañía espacial española, que participe el Gobierno español… todo indica un mensaje muy claro y es que las comunicaciones satelitales son estratégicas para Europa y tenemos que reforzarlas. Y no hay que hacerlo solo con las grandes compañías, que obviamente es necesario e imprescindible, sino también a través de las startups y las scaleups.
¿Cómo crecerá Sateliot?
Nuestra idea es ser un operador global. Hemos cerrado acuerdos en 50 países con operadores móviles para hacer su extensión de cobertura. Ahora mismo tenemos acuerdos en India, Estados Unidos, Brasil, Australia... También queremos tener presencia en Asia y África, que son dos mercados muy interesantes, pero ahora mismo estamos centrados en Latinoamérica, donde el mercado es infinito.
¿Prevé la compañía abrir una nueva ronda en el corto/medio plazo?
Nosotros pusimos en marcha algo que era absolutamente único. Ahora, el sector ha reconocido que combinar comunicaciones satelitales con equipos terrestres con equipos 5G es la solución idónea y, por lo tanto, van a aparecer nuevas compañías en este ámbito. ¿A qué nos obliga esto? A acelerar. Y acelerar significa capitalizar una serie de avances y a desplegar nuevos satélites, que son capex [inversiones de capital]. En este momento no tenemos abierta una ronda, pero a corto vamos a buscar fuentes para acelerar el despliegue.
¿Y cuál será la fórmula para conseguir la financiación?
La forma más obvia es deuda, ya sea privada o pública. Hay muchísimas fuentes que nos van a permitir acelerar esto. Los satélites al ser estratégicos dan acceso de financiación a soluciones mucho más baratas. En la comunidad europea hay muchos fondos y en España también existen.
¿Contempla la venta de una participación minoritaria?
No, creemos que no es el momento.
¿Y salir a bolsa?
Tenemos accionistas industriales que están aquí por el negocio, pero también tenemos muchos accionistas financieros. Entonces, un accionista financiero lo que quiere es tener una puerta de salida. ¿Cuál es la mejor solución? Sin duda alguna, es ser una compañía pública, o sea, salir a cotizar. Nosotros nos planteamos y sabemos que en algún momento, en los próximos años, vamos a tener que dar esa liquidez que hasta ahora no hemos dado. De este modo, sacar una compañía a cotización es una solución perfectamente viable y muy interesante. En un plazo de cinco años tenemos que dar soluciones de liquidez a nuestros accionistas.
¿Por qué ese plazo de cinco años?
No es porque esté escrito ni por contrato, sino por lógica de inversión.
El objetivo a 2030 es facturar 1.000 millones de euros.
Constelaciones satelitales de conectividad IoT a través del 5G en el mundo van a haber muy pocas. Y cuando digo muy pocas significa que serán dos, tres, cuatro, cinco… Nosotros creemos que vamos a estar posicionados para una de ellas. Estas constelaciones van a tener facturaciones muy elevadas. No existe una bola de cristal, pero el mercado existe y está esperando. Hoy en día hay cuatro millones de cosas conectadas a satélites y nosotros antes de empezar la fase comercial hemos firmado contratos para conectar 10 millones de cosas. Hay un mercado enorme que está esperando.
¿Qué supone el acuerdo con Alén?
Los cinco nuevos satélites que lanzaremos el año que viene suponen una nueva capa de infraestructura para seguir densificando la constelación. Tenemos que centrarnos en un nicho de mercado y ser los mejores siguiendo las necesidades de los clientes, tantos civiles como gobiernos.