Tecnología

Un hombre recibió un Bizum equivocado de 20 euros: le ha salido muy caro

  • El usuario decidió no devolverlo
  • La Justicia lo ha condenado a pagar una multa muy superior a la deuda

Puede que te haya pasado: recibes un Bizum por error o, mucho peor, emites uno equivocándote con el número del receptor. ¿De ser el receptor lo devolverías? De no hacerlo, ahora la Justicia ha sentado un precedente que puede salirte muy caro.

En Benavente, Zamora, un vecino tomó la decisión de quedarse con esos 20 euros. El caso llegó a juicio y acabó con una sentencia por apropiación indebida. No era una cifra escandalosa, ni una estafa elaborada. Fue, simplemente, una mala elección. Una que subraya hasta qué punto la ética digital y la legislación actual se cruzan cada vez más en nuestra vida cotidiana. El condenado tuvo que pagar 180 euros a la afectada, 9 veces más que el Bizum que escamoteó.

Bizum, errores humanos y consecuencias legales

Bizum nació como una herramienta de conveniencia: pagos rápidos entre amigos, familiares o incluso para compras en pequeños comercios. Basta con tener el número de teléfono del destinatario. Esa facilidad ha sido clave para su adopción masiva en España, donde ya supera los 28 millones de usuarios. Pero la misma simplicidad que hace de Bizum una solución eficaz también lo convierte en una trampa para los despistados.

El error de teclear un número equivocado no es infrecuente. Un solo dígito mal introducido y el dinero desaparece hacia otro usuario. Lo interesante —y lo peligroso— es que el sistema permite ver el nombre del destinatario antes de confirmar el pago. Aun así, las prisas o la confianza en la rutina llevan a muchos a pulsar "enviar" sin revisar. En la mayoría de los casos, los receptores de estos pagos erróneos avisan y devuelven el dinero. Pero cuando no lo hacen, el conflicto se traslada al terreno legal.

El caso de Zamora no se basa en una estafa sofisticada, sino en una omisión. El hombre que recibió los 20 euros sabía que no le correspondían. La mujer que los había enviado se lo comunicó. Pese a ello, no devolvió el dinero. La justicia lo calificó como apropiación indebida. No fue un olvido ni un malentendido: fue una negativa deliberada.

En términos jurídicos, la apropiación indebida se produce cuando alguien retiene para sí un bien que le ha sido entregado por error, con pleno conocimiento de que no le pertenece. La cuantía no modifica la naturaleza del delito. De hecho, la Audiencia Provincial confirmó la condena precisamente porque el acusado, pese a tener la oportunidad de corregir el error, optó por quedarse el dinero.

Lo más llamativo del fallo no es la condena económica —que asciende a más de 200 euros entre multa y costas— sino el precedente que marca. Porque, hasta ahora, muchos usuarios asumían que un error de este tipo no pasaría de una disputa informal. Pero los tribunales han hablado: apropiarse de un Bizum erróneo, por pequeño que sea, puede ser delito.

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