
Las mascotas forman parte de la familia. La afirmación se presume incontestable para la práctica totalidad de los dueños de perros. Para corroborar esta tendencia, de especial visibilidad durante sus vacaciones, la marca O2 ha desvelado en un estudio que el 48% de los británicos realiza videollamadas a sus peludos, para así calmar la ansiedad propia de la separación, además con una frecuencia casi diaria. Ese porcentaje aumenta al 70% entre los miembros de la Generación Z, presumiblemente más permeable al estrés emocional que la separación provoca a los dueños de las mascotas.
La misma investigación del operador de Telefónica y Virgin Media pone de relieve que uno de cada tres tutores de animales prioriza llamar a sus amigos de cuatro patas antes que a sus padres y que el 40% de ellos ha rechazado viajes lejanos con tal de no confiar a nadie el cuidado de su mascota. La misma investigación apunta media docena de conclusiones dignas de asombro: Cuando están de vacaciones, las mascotas encabezan la lista de asuntos que más echan de menos los británicos (48%), por encima de la familia (28%) y de comodidades del hogar como su propia cama (45%).
La voz de su amo
En cuanto a las principales motivaciones para llamar a los amigos de cuatro patas (obviamente siempre con la ayuda de humanos), la mitad de los dueños (50%) cree que su mascota puede reconocer su voz por teléfono; La comunicación constante también beneficia a los propios dueños, ya que casi la misma proporción (48%) afirma sentirse menos nostálgico si puede hablar con su mascota durante las vacaciones, cifra que aumenta al 61% entre los miembros de la Generación Z. No sólo dependen de las videollamadas: uno de cada cinco dueños también revisa regularmente una cámara para mascotas cuando está fuera.
Casi las dos terceras partes de los encuestados (63%) admite que no les gusta dejar a su animal para irse de vacaciones al extranjero. Ante la curiosa dimensión de estos hallazgos, O2 ha contactado con un experto en comportamiento canino, de la Canine Instructor Academy, para compartir varios consejos sobre cómo los viajeros pueden aprovechar al máximo las videollamadas con tan peculiares interlocutores.
Por ejemplo, las autoridades en la cuestión recomiendan que al hablar con la mascota a través de la pantalla, conviene hacerlo de forma calmada y tranquilizadora. Ahora bien, "por mucho que algunos dueños se convenzan de que su perro entiende cada palabra, realmente no es así. Lo importante es el tono de voz. Los tonos excitados y agudos pueden alterar al perro, aumentando la probabilidad de que se ponga ansioso o frustrado cuando cuelgues".
Por lo anterior, conviene adoptar "un tono calmado y suave para mantener a tu mascota tranquila". Haz que lo que digas tenga sentido. Dedica tiempo a crear palabras y frases que signifiquen algo para tu mascota cuando las escuche, en vez de hablarle sólo en términos que tú entiendes, pero ella no. Los especialistas proponen a los perrunos no llamar con demasiada frecuencia. "Aunque a ti te haga sentir mejor llamar cinco veces al día, para algunos perros es como si los abandonamos de nuevo cada vez que terminas la llamada, lo que puede inquietarlos". Además, el representante de la misma asociación de instructores caninos invita a interesarse sobre cómo reacciona el perro después de cada llamada. "Si lo dejas con alguien que sostiene el teléfono, esa persona puede contarte cómo se desenvuelve el animal tras la llamada".
Reproducir sonidos familiares también es una práctica acertada en esas circunstancias: "Acostumbra a tu mascota a una pieza musical o canción favorita durante unas semanas antes de dejarla sola por períodos largos, especialmente poniéndola cuando el perro esté relajado, masticando o descansando, y déjala de fondo cuando llames. Esto puede ayudar a gestionar la emoción o confusión del perro durante la llamada", apuntan las mismas fuentes.
Ahora bien, la videollamada no siempre es adecuada para todos los perros. Algunos animales pueden confundirse al escuchar la voz de sus dueños sin poder encontrarles ni olerles, sin duda su sentido más desarrollado. Las videollamadas representan el mejor sucedáneo de contacto con las mascotas cuando los animales no pueden viajar con uno por el mundo, no solo por la escasez de oferta hotelera que admita animales sino por las dificultades propias del desplazamiento.
La mayoría de las líneas aéreas europeas (Iberia, Air France, KLM, Lufthansa) limitan a 8 kilos, incluyendo el transportín o bolsa de transporte, el peso máximo del perro para viajar en cabina. con sobrecoste de entre 25 y 150 euros, según el destino. En ese sentido, el Ministerio de Transporte italiano ha anunciado recientemente que la Autoridad de Aviación Civil (ENAC) ya permite viajar a los perros grandes en cabina. De esa forma, Italia se sitúa en la vanguardia mundial en adoptar este tipo de normativa pet friendly (amigable con las mascotas).