
Indra sale al rescate de Duro Felguera. Su presidente, Ángel Escribano, desveló ayer que la compañía prevé comprar una "factoría grande" a Duro Felguera en Gijón (Asturias) y reconvertirla para "hacer vehículos" militares, operación que permitirá rescatar "entre 120 y 150 trabajadores". Se trataría del taller de calderería pesada, más conocido como El Tallerón y que supone el mayor foco de pérdidas que tiene Duro Felguera en la actualidad.
La multinacional de defensa proyectaba hacerse con el negocio de Santa Bárbara Sistemas en Trubia. "La pena es que, al comprar la fábrica de Gijón, tendremos que competir con nosotros mismos", expuso Escribano durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados en alusión al consorcio Tess Defence, informa EP. Indra tiene posición mayoritaria en Tess Defende y también participan Sapa Placencia, Santa Bárbara Sistemas y Escribano Mechanical Engineering (EM&E) -la empresa de la que procede Ángel Escribano-. En la planta de Trubia en Oviedo se fabrican los blindados 8x8 Dragón para el Ejército español a través del consorcio Tess Defence.
El presidente de Indra comparecía en la Cámara Baja para exponer los planes en la multinacional española y aprovechó para anunciar la creación de una nueva filial para la fabricación de vehículos militares terrestres, Indra Land Vehicles, que tendrá presencia en Asturias y la reinvención de Minsait.
La Sepi, omnipresente
La adquisición tiene además un fuerte componente público al implicar a dos compañías en las que la Sepi está inmersa como primer accionista (en el caso de Indra) y como probable primer accionista (en el caso de Duro Felguera).
El holding público es el accionista de referencia (suma el 27,99% del capital) de la multinacional de transporte y defensa a la vez que es el principal acreedor de la firma de ingeniería con sede en Gijón. Y en el caso de la compañía asturiana, está inmersa en negociaciones con la cúpula directiva para capitalizar los 100 millones del préstamo participativo concedido por el impacto del coronavirus. Sin embargo, los consejeros que la sociedad tiene en Duro Felguera exigieron un plan de negocio creíble antes de ejecutar la capitalización que les daría el 100% del capital visto que el valor bursátil es inferior a 60 millones.
La compañía controlada por Grupo Prodi suspendió proyectos y viajó a Argelia con tal de evitarse el pago de los 413 millones de euros que le exige Sonelgaz por el incumplimiento de contrato en la construcción de una fábrica en Djelfa, al norte del país.
No obstante, Duro Felguera ya advertía al cierre del primer semestre -antes de entrar en preconcurso de acreedores- que El Tallerón suponía un importante foco de pérdidas para sus cuentas. Fuertemente sindicalizado, las voces consultadas veían complicado ejecutar recortes por la conflictividad social que se iba a generar estando tanto la Sepi como el Principado de Asturias, que prestó otros seis millones, implicados.
La venta de unidades de negocio estaba sobre la mesa desde hacía semanas. Se habló de la filial de mantenimiento, un negocio en el que han existido operaciones corporativas en 2024, pero al final ha sido Indra, participada por la Sepi, la que ha salido al rescate de Duro ante de la entrada de la Sepi.
Nueva filial de vehículos militares
En su comparecencia también ha informado de la creación de una nueva filial para la fabricación de vehículos militares terrestres, Indra Land Vehicles, la cual tendrá presencia en Asturias. Apostó por recuperar las capacidades de fabricación y desarrollo industrial "para volver a convertir a Indra en una compañía con capacidad de abordar todo el proceso de diseño, producción, montaje, integración de sistemas, puesta a punto, entrega y mantenimiento".
En su opinión, dichas capacidades "nunca se debieron perder, no solo en Indra si no a nivel industrial", y su recuperación "permitirá crear valor, producto, empleo de calidad y progreso". "No ser autónomos deriva en pérdida de valor y de autonomía estratégica, como hemos visto en los últimos años", apostilló.
Durante su exposición, destacó el lanzamiento de IndraMind, como una de las acciones estratégicas para reinventar Minsait, en una apuesta por la compañía. La renovada filial se lanza ante el crecimiento exponencial del volumen de datos y la dificultad para su entendimiento y la complejidad en la toma de decisiones. Con eje en la inteligencia, apoyada en IA y otras tecnologías clave, llega diseñada para maximizar la automatización de operaciones críticas y asegurar la superioridad en operaciones multidominio. "Esta plataforma es parte de nuestra estrategia para reinventar Minsait, que no se vende, sino que trabajamos en su evolución hacia servicios de mayor valor", ha explicado.
Escribano defendió que llega al grupo para "dar un gran cambio que permita a Indra coger más tamaño, convertirse en la empresa tractora y vertebradora de la industria de todo el territorio nacional y en una gran empresa europea de defensa".
Al realizar el desglose de sus proyectos también puso foco en la fabricación de los vehículos blindados de combate 8×8 Dragón, subrayando los cinco años de trabajo en los que se ha desarrollado "una plataforma muy avanzada, con un nivel de exigencia muy alto, en la que el 80% de los productos que lleva son de última generación". "Es una supermáquina con tecnologías tan diferentes y punteras que el reto ha sido que se integren de forma adecuada", remarcó.
Durante su intervención también expuso que tras la adquisición de Hispasat, Hisdesat y Deimos, la estrategia del grupo es crear una empresa capaz de construir un satélite completo, que cubra toda la cadena de valor end-to-end, con visión dual civil y militar, y que permita el control de las comunicaciones.
Escribano reconoció que los resultados del grupo en 2024 han sido excelentes pero no se conforma, adelantando en dos años su objetivo de facturar 10.000 millones en euros en 2028.