Tecnología

Un estudio descubre que la Inteligencia Artificial puede llegar más lejos de lo que creíamos

Parlamento Europeo// Concepto de IA y humanos

En estos dos últimos años hemos tenido la posibilidad de comprobar de primera mano y por nosotros mismos las capacidades y habilidades de la Inteligencia Artificial. Por ello, ya hemos podido ver el potencial de estas máquinas, y es que gracias a su "inteligencia" son capaces de aprender, comprender y actuar según tú les indiques.

Entre las numerosas ventajas que esto supone, destaca el hecho de que la IA sea capaz de replicar acciones y actividades que hasta ahora debido a su "complejidad" tan solo podíamos hacer los humanos. Si bien hasta ahora tan solo estamos viendo cómo realizan las tareas más pesadas, simples y repetitivas, como avecinan los expertos, la IA poco a poco irá adquiriendo nuevos conocimientos y será capaz de hacer más cosas.

Esto tiene dos vertientes, por un lado nos librará de hacer aquello que no queramos y es algo positivo, pero a su vez, investigadores alertan de que podría llegar a un punto donde la IA se nos vaya de las manos y se haga tan inteligente que ya no quiera hacernos caso.

Y esto aunque suene de película de Terminator es algo que podría ocurrir en un futuro no tan lejano. Y es que la IA es cada vez más inteligente, y aunque esto mejore los resultados que nos da, no hay que olvidar que esto también está acercando a las máquinas la capacidad de tomar decisiones por si mismas.

Y un estudio de la Universidad de Stanford (EEUU) ha descubierto que la IA ya actúa como las personas en ciertos casos y, por ejemplo, han detectado que aplicando técnicas de la psicología mientras se mantiene una conversación con un chatbot de IA como podría ser ChatGPT, puedes detectar comportamientos cada vez más humanos.

Esto es porque han detectado que la IA cambia de comportamiento según la situación y diferencia y elige ser más agradable o cortante. La investigación señala que cuando comenzaron a hacerle un cuestionario a la IA con preguntas diseñadas para medir los rasgos de personalidad, la máquina contestaba con respuestas que buscaban parecer lo más agradable posible.

Pero ya no es solo eso, sino que también han detectado que la IA pueden volverse malhumorados y tacaños después de una conversación prolongada. Del mismo modo de que cuando se les decía que estaban haciendo un cuestionario, o lo podían intuir, su actitud cambiaba hacia una más positiva y extrovertida.

El objetivo del estudio era el de analizar cinco parámetros psicológicos (imaginación, escrupulosidad, apertura a la experiencia, extroversión, amabilidad y neuroticismo) y pusieron a prueba los modelos de GPT-4 (OpenAI), Claude 3 (Anthropic) y Llama 3 (Meta).

La investigación concluyó que las máquinas ya son capaces de cambiar su actitud según identifiquen el motivo de la conversación, y aunque el descubrimiento ha sido que se vuelven más extrovertidas y amables, muy pronto esto podría cambiar a un enfoque manipulador o algo más oscuro demostrando el largo recorrido que tiene la IA y que los límites que queramos ponerle a esta tecnología podrían estar comprometidos por la capacidad de esta.

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