
Los ciberdelincuentes han encontrado en WhatsApp una nueva vía para realizar estafas a usuarios desprevenidos en España. A través de la suplantación de identidad de entidades bancarias, engañan a las víctimas para que compartan la pantalla de su dispositivo, lo que les permite acceder a su información financiera. La Policía Nacional ha advertido sobre el aumento de este tipo de fraudes y ha señalado algunas señales clave para detectarlos, como llamadas desde números desconocidos o presiones para actuar con urgencia.
¿Cómo funciona? Un simple mensaje en WhatsApp puede convertirse en la puerta de entrada a un robo bancario. En los últimos meses, se ha detectado una nueva estrategia de los ciberdelincuentes para engañar a las víctimas y obtener acceso a sus cuentas. Esta vez, el truco no es un enlace malicioso ni una solicitud de datos personales, sino algo aún más peligroso: una videollamada.
Bajo la excusa de un problema urgente con la cuenta bancaria, los estafadores convencen a los usuarios de que deben compartir su pantalla. Una vez lo hacen, los criminales pueden ver las credenciales de acceso al banco y tomar el control del dinero en cuestión de minutos. ¿Cómo evitar caer en la trampa?
El engaño comienza con un mensaje de alerta
El primer paso de esta estafa sigue un patrón ya conocido: la suplantación de identidad. Los delincuentes se hacen pasar por una entidad bancaria, utilizando un número desconocido pero con el nombre y logo del banco en su perfil de WhatsApp.
El mensaje que envían es alarmante: notifican un supuesto error en la cuenta del usuario, un movimiento sospechoso o un problema con la seguridad de la banca online. Todo está diseñado para generar preocupación y lograr que la víctima responda de inmediato.
Si la persona cae en la trampa y responde al mensaje, el siguiente paso es la videollamada. Ahí es donde se produce el fraude.
La trampa de la videollamada y el control del dispositivo
Una vez que la víctima acepta la llamada, los estafadores le piden que comparta la pantalla de su móvil para que puedan "ayudarle a resolver el problema". Este es el momento clave del engaño.
Cuando el usuario sigue las indicaciones y accede a su aplicación bancaria, los criminales pueden ver en directo sus credenciales y cualquier dato necesario para acceder a la cuenta. En algunos casos, también intentan instalar software de acceso remoto para controlar el teléfono sin que la víctima lo note.
Este método es especialmente peligroso porque no necesita que la persona introduzca datos en un enlace sospechoso o descargue archivos maliciosos. Solo con compartir la pantalla, los estafadores pueden obtener la información que buscan.
Señales de alerta para evitar caer en la estafa
Aunque el engaño está bien diseñado, hay varias señales que pueden ayudar a detectarlo a tiempo:
- Número sospechoso: Las entidades bancarias no suelen comunicarse a través de WhatsApp, y mucho menos desde números desconocidos o internacionales.
- Mensajes alarmantes: Los estafadores utilizan un tono de urgencia para presionar a la víctima a actuar sin pensar.
- Videollamadas inesperadas: Ningún banco solicitará compartir la pantalla para resolver un problema. Si esto ocurre, es una clara señal de fraude.
- Solicitudes de información personal: Si en la conversación piden contraseñas, códigos de verificación o datos bancarios, es una estafa.
Las entidades bancarias y la Policía Nacional han alertado sobre este nuevo método y han recomendado a los ciudadanos extremar las precauciones al recibir mensajes sospechosos. Bancos como CaixaBank y Sabadell han recordado que nunca solicitan información personal ni accesos remotos a través de WhatsApp o llamadas.
Para protegerse de este tipo de fraudes, se aconseja no responder a mensajes desconocidos, verificar siempre el número oficial del banco y, en caso de duda, contactar directamente con la entidad.