Tecnología

Las empresas podrán implementar la IA gracias a la tecnología 'no-code'

  • Estas herramientas generan productos, plataformas o experiencias para los clientes
Programación de software
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La tecnología no-code revoluciona la Inteligencia Artificial (IA) al poder aplicarse sin necesidad de tener conocimientos en programación ni en el software elegido, confirma el Informe tendencias 2023/2025, elaborado por Overlap.

A pesar de que los expertos no recomiendan tomar la decisión sin un análisis previo, las empresas podrán implementar la IA en sus negocios, aunque con matices, ya que la elección de adoptar la IA sin código en una empresa es una cuestión que debe tomarse tras llevar a cabo diversos supuestos. Para ello será esencial analizar cómo debe encajar la solución prevista la compañía.

Es fundamental conocer el término no-code para saber cómo las empresas podrán implementarlo en sus compañías. Este tipo de software se refiere a un ecosistema de herramientas y metodologías que permiten a personas sin conocimientos técnicos o experiencia en programación construir software sin codificar. Esto se debe a que las herramientas sin código utilizan una interfaz con numerosas utilidades como la funcionalidad de arrastrar y soltar, plantillas prediseñadas y componentes preconstruidos que permiten crear software de forma visual sin contar con conocimientos previos. Las herramientas no-code proporcionan una traducción visual de la codificación que es mucho más intuitiva. Mediante las herramientas sin código se pueden crear productos, plataformas o experiencias.

Las herramientas sin código han mostrado un gran avance en las últimas décadas ya que pueden ofrecer más posibilidades, están mejor diseñadas y son más sencillas de usar. Además, son más estables, seguras y han aumentado su eficiencia en la colaboración.

Low-code y zero-code

Algunas herramientas de software se etiquetan como no-code pero requieren de unos conocimientos previos sobre el funcionamiento de los ordenadores. Para ello, se crearon los términos low-code y zero-code, que ayudan a aclarar las diferencias entre las de código cero y las que requieren de ciertos conocimientos para su uso.

En primer lugar, las herramientas de código cero no requieren ningún conocimiento de codificación ni del funcionamiento de ordenadores. En ciertas ocasiones es posible que no creen estrictamente un software. Se incluyen en el movimiento sin código porque amplían las capacidades de los documentos o bases de datos que crean de forma similar a como lo hacen las herramientas sin código.

Por otra parte se encuentran las de bajo código. Éstas permiten a los desarrolladores construir las aplicaciones y soluciones digitales de negocio en menor tiempo que con la programación tradicional, pero para su uso, el usuario necesita tener conocimientos técnicos informáticos previos. Las low-code están dirigidas a desarrolladores y personas con conocimientos de codificación para agilizar el proceso de construcción con código. Para ampliar lo que pueden hacer y reducen drásticamente el tiempo de ejecución. Una herramienta de bajo código es útil cuando se construye una solución digital de negocio que precisa numerosas repeticiones, como la incorporación de acciones comerciales de vendedores. Es posible programar la aplicación en un reducido plazo comparado con la programación tradicional y, así mismo, se pueden añadir elementos personalizados o funcionalidad avanzada sin acudir al departamento de IT.

Cambios en la industria

Los software sin código están cambiando la industria tecnológica por su adaptabilidad a los medios - gracias a su diseño, el software sin código es más fácil de configurar-, el rápido despliegue tecnológico, las soluciones personalizadas que diseña para el cliente, la automatización e implementación en la IA- la más valorada actualmente -, por su simplicidad en las actualizaciones, la reducción de TCO -las implantaciones rápidas de software cuestan menos que los sistemas complejos y con mucho código-, y la escalabilidad con la que cuentan , ya que gracias a ella se puede extrapolar a todos los ámbitos.

Además, con el no-code se pueden crear aplicaciones de back-office, como el procesamiento de facturas y el seguimiento de KPI; apps web como compras online y reservas de servicios; también una plataforma para la gestión del flujo de trabajo, como el establecimiento de acuerdos internos de nivel de servicio para que los empleados reconozcan la finalización de una tarea; o llevar a cabo funciones de automatización de procesos de negocio como la aprobación de documentos por parte de varias personas.

El futuro del desarrollo sin código es prometedor porque la demanda de los profesionales de la empresa supera la capacidad de los departamentos de TI.

La pandemia de COVID-19 agravó aún más esta brecha, ya que los servicios de ayuda de TI se esfuerzan por dar soporte a las fuerzas de trabajo remotas.

De esta manera, Gartner predice que el 65% del desarrollo de aplicaciones se llevará a cabo con low-code para 2024 y que los "desarrolladores ciudadanos" superarán en número a los desarrolladores empresariales en al menos cuatro veces en este 2023.

Sin embargo, el tamaño exacto y la trayectoria de las aplicaciones estrictamente sin código siguen siendo complejos. Esto se debe a que la delimitación del mercado entre el código bajo y el código cero sigue siendo fluida.

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