Tecnología

¿Funcionan de verdad los anillos, pulseras y otros 'wereables' para evaluar nuestra salud? Los médicos lo dudan

Hace unos años pensar en llevar un anillo que midiera tus pulsaciones, tu sueño, y cómo estás de estresado parecía de película de ciencia-ficción. Ahora desde luego no lo es. Al menos, en su propuesta.

En los últimos años han surgido nuevos wereables que ponen la salud en el centro. Los anillos son el último invitado. Marcas como Oura pero también gigantes como Samsumg los ha puesto en el mercado. Las pulseras dedicas y los smartwatches con el de Apple a la cabeza eran sus antecesores directos.

Ahora bien: ¿funcionan de verdad? Muchos expertos lo ponen en duda.

"Doctor, mi reloj de dice que no estoy sano"

La tecnología wearable, que comenzó con la promesa de registrar pasos y calorías, se ha transformado en un aliado potencial de la medicina moderna. Pero, ¿podemos confiar en estos dispositivos para guiarnos hacia una mejor salud o estamos creando un espejismo tecnológico?

Desde el anillo inteligente que alerta sobre fiebre hasta el reloj que podría salvarte de un infarto, el sector de los gadgets se posiciona como un gigante de la salud digital. Sin embargo, detrás del brillo de estas innovaciones, surgen dudas sobre la precisión de los datos y su impacto en el comportamiento humano. ¿Nos volvemos más conscientes de nuestra salud o estamos cayendo en un círculo de ansiedad y dependencia?

El profesor Yang Wei de la Nottingham Trent University señalaba estos días a la BBC que "las limitaciones técnicas, como el consumo energético y la sensibilidad a los movimientos, dificultan la precisión de muchos wearables". Por ejemplo, medir el ritmo cardíaco desde un dedo es menos fiable que hacerlo desde la muñeca. Además, la falta de estándares globales para la recogida y formato de datos plantea desafíos para su uso médico.

La doctora Helen Salisbury opina de forma similar, y añade el problema del autodiagnóstico. "Los límites entre incidente y alerta deben gestionarse con cuidado", escribió en una publicación de su blog. "Tengo curiosidad por ver cómo los fabricantes de dispositivos, los servicios de emergencia, los socorristas y las personas piensan en esta tecnología en el futuro".

El mercado de los wearables ha evolucionado rápidamente. Lo que comenzó como dispositivos para medir el ejercicio y el sueño ahora incluye funciones avanzadas como seguimiento del ciclo menstrual, temperatura corporal y análisis del ritmo cardíaco. Gigantes como Apple y Oura lideran esta transformación con tecnologías que prometen datos más precisos y una integración con servicios médicos.

¿Datos fiable? Entre promesas y realidades

Por supuesto, no solo se trata de ponerlos en duda. Los wearables no solo registran datos, también pueden fomentar hábitos saludables. Según el Dr. Jake Deutsch, estos dispositivos permiten a los médicos evaluar la salud general con mayor precisión y actuar en fases tempranas de enfermedades. Incluso, en algunos casos, han salvado vidas gracias a funciones como alertas de fibrilación auricular.

También hay propuestas que proponen integrar los wearables en el sistema de salud pública, permitiendo a pacientes gestionar tratamientos desde casa. Sin embargo, otros expertos advierten sobre la falta de infraestructura tecnológica y capacitación del personal para manejar estos datos de forma eficiente.

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