
Los vecinos ruidosos son posiblemente uno de los mayores miedos de cualquier persona que entra a vivir a un piso nuevo, y es que las fiestas, la música alta a deshoras, alarmas infernales, perros que no dejan de ladrar o incluso parejas o familias que solo saben hablar a gritos puede hacer que estar en tu casa sea más estresante que tranquilo.
Lo pero de todo esto es que no puedes hacer mucho para combatirlo, ya que la medida más efectiva es subir a hablar con ellos y pedirles por favor que intenten no hacer tanto ruido, que bajen la música o lo que sea que hagan, y rezar para que te hagan caso, pero es muy posible que a la semana ya se les haya olvidado y vuelvan a las andadas.
Poco a poco se ha ido intentando darle soluciones a estas "víctimas" de los vecinos ruidosos, pero muy pocas han resultado efectivas. Ahora una joven australiana ha presentado la suya como parte de los 20 mejores proyectos de la edición de 2024 de los prestigiosos premios James Dyson Award.
La estudiante Sze Yek ha desarrollado unos paneles acústicos llamados Sorbet que destacan por absorber el sonido, además de ser muy fáciles de instalar. Diseñados y compuestos a partir de residuos textiles domésticos triturados esta es una innovadora e ingeniosa propuesta para acabar con los ruidos molestos de los vecinos, al mismo tiempo que suponen una solución para este tipo de residuos.

Lo mejor de todo es que esta es una alternativa sostenible que a diferencia de otras soluciones que se han presentado antes, es muy sencilla de reciclar. Y es que al final este panel consiste en ropa vieja, fundas de sofá o cualquier otro material textil que ya no se usa, pero que al triturarlos les das una segunda vida al crear estos paneles pegando cada prenda con adhesivo a base de almidón.
Como resultado final se quedan unos paneles con un tamaño de 450 milímetros de largo y de ancho, y con un grosor que varía entre 18 y 28 milímetros. Otra de las características destacables de los paneles Sorbet, es que son resistentes al agua y a la humedad, lo que les hace duraderos y fiables en diferentes entornos.
Aunque lo mejor de este invento quizás sea lo sencillo que es de instalar, ya que tan solo tienes que pegarlos a la pared utilizando un adhesivo o mediante tres tornillos de sujeción. Si bien los paneles acústicos no son algo realmente nuevo para mejorar el aislamiento acústico de las paredes, los de esta joven destacan porque solucionan al mismo tiempo ayudar a darle a una segunda vida a muchísimos materiales, lo que es crucial para el medioambiente.