Tecnología

El refugio de montaña más inteligente del mundo

  • Siemens convierte las instalaciones alpinas del HUT Monte Rosa en la referencia en autonomía y sostenibilidad para entornos extremos
  • El refugio Monte Rosa registra cerca de 8.000 pernoctaciones cada año
Refugio alpino Monte Rosa, rodeado de glaciares.
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La capacidad de la tecnología para facilitar la vida de las personas desafía en muchas ocasiones la capacidad de asombro. Eso ocurre en el refugio de alta montaña de Monte Rosa, uno de los macizos italo-suizos más espectaculares de los Alpes. Situado a 2.883 metros de altitud, las instalaciones logran resolver una ecuación absolutamente imposible de resolver hace unos pocos años: plena autosuficiencia energética, máximo confort, tratamiento de aguas residuales, sistema autónomo de ventilación, digitalización de los sistemas técnicos, control de todas las funciones a distancia y alta ingeniería al servicio de sus muy particulares usuarios.

Con cerca de 8.000 pernoctaciones al año, todos los huéspedes son montañeros, posiblemente uno de los perfiles deportivos más sensibilizados por el lesivo impacto del hombre en la naturaleza. Basta con admirar los glaciares que rodean el denominado HUT Monte Rosa para lamentar la paulatina reducción de tamaño de los neveros por el calentamiento del Planeta.

Como no puede ser de otra forma, cualquier refugio tradicional de alta montaña se limita a satisfacer las necesidades más básicas de sus visitantes. Un techo, una cama, quizá algo de comer y el austero calor natural de cuatro gruesas paredes. Basta un espacio mínimamente acondicionado para organizar la impedimenta, sentirse cómodo durante unas horas y recobrar fuerzas para saltar las cimas vecinas. Así ha sido toda la vida, como si el siglo XXI nunca hubiera llegado a ciertas altitudes. Pero ese no es el caso de las instalaciones del Monte Rosa, posiblemente el refugio de alta montaña más inteligente del mundo.

Grandes multinacionales tecnológicas, Siemens entre ellas, aportan lo mejor de sus catálogos para convertir los 1.600 metros cuadrados de la cabaña en los más eficientes en la relación entre adversidad geográfica y calidad de sus servicios hosteleros. El mérito es sobresaliente cuando el acceso de personas o materiales únicamente puede realizarse a pie, con un animal de carga o en helicóptero. Esas dificultades forman parte del día a día del Hut Monte Rosa, pero sin impedir el desarrollo de todo tipo de soluciones tecnológicas y ambientales.

Por lo pronto, los responsables de la provisión energética de las instalaciones reemplazaron las 8,6 toneladas de baterías de plomo por 2,7 toneladas de baterías de litio. La receta cocinada por Siemens para obrar semejante milagro se llama Building X, la plataforma corporativa para la "construcción digital escalable para digitalizar, gestionar y optimizar las operaciones de los edificios, lo que permite una mejor experiencia de usuario, un mayor rendimiento y una mayor sostenibilidad", según explica la compañía alemana.

Según sus técnicos, "el sistema de gestión de edificios Desigo CC es la solución sobre el terreno para gestionar todos los sistemas, como climatización, sombreado, iluminación, energía, seguridad contra incendios y protección integral. La sensorización y monitorización de los datos permite al operador supervisar en tiempo real los indicadores principales para ofrecer la mejor experiencia de usuario y anticipar cualquier problema potencial para actuar en consecuencia.

La visita al Hut Monte Rosa exigió media docena de ruta a pie, siempre amenizada por la espectacularidad de un entorno presidido por el imponente Cervino, junto con sus cumbres hermanas. El ambiente alpino se respira en cada rincón de un refugio que servirá de modelo para sus comparables de cualquier continente. Bien cenados y descansados, los deportistas afrontan su aventura mucho antes del amanecer. Muchos de ellos muestran rostros tensos y concentrados, pero conscientes de que sus cuerpos y mentes se encuentran en las mejores condiciones para atacar las cumbres hasta hace poco imposibles de hollar por las personas. Ese descanso previo es el que garantiza el HUT Monte Rosa.

Entre otras definiciones, el recinto colecciona las virtudes prácticas del denominado Internet de las Cosas y el conjunto de ingenios capaces de conectar objetos y equipamiento, con la consiguiente capacidad de supervisión y actuación a distancia. Y ese super poder tecnológico es el que utiliza Siemens para calibrar la temperatura ambiental, ponderar las reservas energéticas y convertir un enclave remoto -aislado de la civilización del valle- en lo más parecido a un hotel de dos o tres estrellas, con 120 camas.

Pero entre todas las innovaciones aplicadas destaca la gestión energética de las instalaciones, en su momento provocado por el fin de la vida útil de las referidas baterías de plomo utilizadas desde la apertura de la cabaña. "Esto llevó a los operadores a poner en marcha una nueva solución. Siemens se adjudicó el contrato para diseñar toda la solución y sustituir 48 baterías de plomo por 14 baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) con una capacidad de 215 kWh".

Desde Siemens explican que, gracias a la compañía aérea regional Air Zermatt, se lograron transportar en helicóptero unas 8,6 toneladas de baterías de plomo y las casi 2,7 toneladas de baterías de litio hasta el refugio del Monte Rosa. La instalación exitosa de las baterías apenas necesitó dos días para insuflar de energía a tan sofisticado complejo. Siemens celebra que "la nueva solución de baterías ha llevado la autosuficiencia energética del refugio a cotas aún mayores al aligerar la carga del generador que se utiliza cuando hace mal tiempo. Además, las nuevas baterías ofrecen más capacidad útil. El proyecto finalizado aumenta considerablemente el suministro energético seguro, eficiente y sostenible del refugio de Monte Rosa a cualquier hora del día y en cualquier condición meteorológica".

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