Tecnología

Golpe a la vanidad de Elon Musk: La UE degrada a  'X' a la segunda división de las redes sociales

  • El servicio no es 'crucial para los usuarios", al contrario que TikTok, Facebook, Instagram y LinkedIn
  • La plataforma queda exenta de cumplir el Reglamento de Mercados Digitales
  • Las sanciones a los 'guardianes de acceso' alcanzan el 10% de los ingresos anuales globales
Elon Musk, dueño de 'X'.
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Elon Musk se codea con los hombres más ricos del planeta y su plataforma 'X' se considera la más influyente del mundo. La unión de uno y otra forma un tándem cuya relevancia no es comparable con casi nada conocido. Sin embargo, la Comisión Europea impide sentarse a la antigua empresa del pajarito azul en la misma mesa que otros gigantes tecnológicos con posición de dominio en sus respectivos ámbitos de actividad. En términos futbolísticos sería como degradar a la firma de Musk a la Segunda División de las redes sociales, un escalón por debajo de TikTok, Facebook, Instagram y Linkedin.

El golpe a la vanidad del empresario nacido en Sudáfrica retumba desde el pasado miércoles en el Primer Mundo. "X no es un servicio crucial para los usuarios", ha indicado la Comisión Europea. Mientras unos dominan el mercado, con posiciones amenazadoras para el resto de sus rivales, X no alcanza el mismo nivel. Entre los primeros se encuentran Alphabet, Amazon, Apple, Booking, ByteDance (TikTok), Meta y Microsoft. Todos estos gigantes son 'gatekeeper', es decir, guardianes o porteros que permiten el acceso a sus mercados. Unos pasan y otros no.

Por esa razón, esos gigantes se deben someter a la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), la normativa comunitaria que pretende garantizar la competencia leal en las plataformas digitales a golpe de obligaciones y compensaciones para la competencia.

En el ámbito de la publicidad online se encuentra Google, Amazon y Meta, mientras que el negocio de los buscadores se lo reparten Chrome y Safari en el Viejo Continente. Respecto a los sistemas operativos, el mercado se lo reparten cuatro jugadores: Google Android, iOS, iPasdOS y Windows PC OS. A su vez, la UE convive con dos monopolios en buscadores (Google) y en videos en streaming (Youtube), mientras que el pastel de las plataformas de mensajerías cosa de Whatsapp y Messenger.

El pasado 13 de mayo, la Comisión abrió una investigación para evaluar si X debería considerarse guardián de acceso. Por un lado cumplía ciertos umbrales cuantitativos, pero no los sobrepasaba con inquietante suficiencia como para catalogarse como una pasarela importante entre empresas y consumidores. Los más de 45 millones de usuarios activos al mes de X en Europa, los 10.000 usuarios profesionales y los ingresos superiores a 7.500 millones de euros en tres ejercicios fiscales son magnitudes considerables, pero no tanto como para peligrar el sano equilibrio en su segmento de actividad. El referido estudio fijó un plazo máximo de cinco meses para tomar una decisión, para así llegar a octubre. La conclusión no admite discusiones: la compañía de X no merece compartir el olimpo digital con otros colosos, todos ellos procedentes de Estados Unidos excepto la china ByteDance.

No obstante, la ausencia de X del listado de gatekeeper debería interpretarse como una excelente noticia para la plataforma de Musk, ya que queda libre de multas en Europa. Según explica el ejecutivo comunitario, "en el caso de que un portero no cumpla las obligaciones establecidas por la DMA, la Comisión puede imponer multas de hasta el 10% del volumen de negocios total de la empresa a nivel mundial, que pueden llegar hasta el 20% en caso de infracciones repetidas".

Además, en el supuesto de infracciones sistemáticas, la Comisión podría "adoptar medidas correctivas adicionales, como obligar a un operador a vender una empresa o partes de ella o prohibirle la adquisición de servicios adicionales relacionados con el incumplimiento".

Entre otras obligaciones en suelo europeo, los gatekeepers deben abrir a otros jugadores sus funciones básicas de mensajería, para que sean interoperables con otras plataformas, además de informar con antelación de las fusiones y adquisiciones que pretendan acometer. El hecho de que X no sea tan relevante como otras referencias de la web no libera a la plataforma de otras obligaciones susceptibles de sanción. Eso ocurre con la presunción de fraude de X a los usuarios con la marca de verificación azul, distintivo denominado X premium que identifica las cuentas están verificadas. Ante ese icono, la Comisión Europea advirtió el pasado verano de que la marca azul de verificado "es engañosa e infringe la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea". Según argumentó la Comisión, cualquier usuario puede pagar el distintivo, incluido los malhechores que pululan por la web y las redes sociales.

El ejecutivo comunitario también busca las cosquillas a Elon Musk al cuestionar la transparencia del sistema publicitario de X, falta que podría castigarse con hasta el 6% de su facturación global anual de la compañía estadounidense.

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