
Analizar las oportunidades que el reto de la descarbonización genera en la economía andaluza es el principal objetivo del último encuentro organizado por CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía) e Iberdrola, una cita en la que se ha presentado la Alianza Q-Cero a más de un centenar de entidades.
El consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, ha sido el encargado de clausurar este evento celebrado en Sevilla, destacando que nos encontramos "ante un reto mayúsculo que está suponiendo un cambio de mentalidad en la industria y una mayor adaptación de la cultura empresarial hacia la sostenibilidad". En este desafío, "la industria y el desarrollo tecnológico tienen que ir de la mano para implementar las soluciones tecnológicas que se precisan para abordar todas las necesidades energéticas" de los procesos industriales, ha abundado.
Por su parte, el presidente de la CEA, Javier González de Lara, ha comentado que "Andalucía debe optar por consolidarse como un espacio atractivo para vivir, trabajar e invertir, sobre la base de una economía verde productiva, con capacidad para generar riqueza y empleo". Por ello, consideró que "iniciativas como esta Alianza Q-Cero son básicas, porque marcan un punto de encuentro y diálogo para entender las circunstancias, mostrar logros e identificar vías y soluciones que ayuden a progresar manteniendo la competitividad en todos los sectores.
Beneficios para las empresas
El presidente de CTA, Beltrán Pérez, ha destacado el importante esfuerzo en innovación que requiere la descarbonización, tanto en el sector industrial como en la edificación, y ofreció el asesoramiento y el programa de incentivos de CTA para respaldar los proyectos colaborativos de I+D+i que puedan surgir en este camino. En su opinión, la descarbonización, además de combatir el cambio climático, reportará beneficios a las empresas y la economía andaluza tanto en términos de competitividad como de generación de empleo, atracción de nuevas inversiones y cualificación en nuevas tecnologías.
El director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, Gonzalo Sáenz de Miera, ha asegurado que "la industria limpia es el futuro siempre y cuando sea competitiva" haciendo hincapié en que "Andalucía y España tienen enormes oportunidades para aprovecharlas porque cuentan con energía económica, una buena base industrial y una Administración proactiva".
Además, ha comentado que, "en un contexto de competencia global por aprovechar las oportunidades industriales, Andalucía está teniendo un claro liderazgo en la economía verde, pero, para que realmente aproveche con intensidad esta transición, hay que seguir apostando por políticas ambiciosas, trabajar en alianzas, como esta Alianza Q-Cero, que aportará oportunidades de empleo y de industria para España y, en particular, para Andalucía".
Acelerar la descarbonización
La Alianza Q-Cero es una iniciativa lanzada este año por Iberdrola y otras 70 industrias españolas para acelerar la descarbonización de la demanda térmica en industria y edificios y favorecer el encuentro entre la generación eléctrica renovable y las necesidades de los demandantes de energía térmica.
Carlos Mataix, coordinador de la Alianza Q-Cero y director del itdUPM Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, ha explicado que las principales claves de dicha Alianza Q-Cero, que busca la descarbonización de la demanda térmica en España, promoviendo soluciones tecnológicas y prácticas innovadoras para reducir las emisiones de carbono en la industria.
El responsable técnico del sector Energía y Medio Ambiente de CTA, Germán López, ha moderado un debate sobre los retos y oportunidades en la descarbonización de la industria andaluza en el que participaron representantes de Acerinox, Airbus, Atlantic Copper, Cosentino, Inerco y Molecor.
Además de explicar sus respectivas experiencias en el ámbito de la descarbonización térmica, estas entidades han reflexionado sobre los beneficios empresariales que brinda la descarbonización, tanto en términos de competitividad como de la creación de nuevos empleos, atracción de nuevas industrias y el desarrollo y consolidación de la cadena de valor de las tecnologías y servicios necesarios. Asimismo, apuntaron la necesidad de diseñar políticas adecuadas para salvar las barreras que aún existen.