
En marzo, Jackson Greathouse Fall, un entusiasta de las criptomonedas convertido en promotor de la inteligencia artificial, decidió iniciar un negocio con solo 100 dólares, pero con un consejero muy especial: ChatGPT.
Anunció su idea en redes sociales, generando gran expectación. Su proyecto (el que le había propuesto el chat para conseguir con esos 100 euros unas ganancias exponenciales) se llamaba "Green Gadget Guru", un portal web de tecnología sostenible con el que tenía la intención de ganar dinero mediante enlaces de afiliados y publicidad.
Un inicio ilusionante (y sobrevalorado)
Here's the first logo it generated, and here's what I came up with in Illustrator.
— Jazz Fall (@JazzFall) March 15, 2023
I tried to stay as close to the generated concept as possible. pic.twitter.com/TzdtOU3YpH
Las publicaciones de Fall en X (la antigua Twitter) pronto fueron ganado atención, y publicó que había conseguido algunas inversiones de personas interesadas en su negocio. En un momento dado, Fall llegó a decir que su idea, de la cual ChatGPT le dio una hoja de ruta y le ayudó a crear el logo, tenía un valor de 25.000 dólares.
Eran castillos en el aire. Mientras que al principio el plan parecía tener sentido y atraer invesiones, la caída fue rápida y estrepitosa. La falta de actualizaciones y la ausencia de resultados palpables evidenciaron que, en muchos casos, la inteligencia artificial no puede sustituir la persistencia y el esfuerzo humano. Hoy el portal ideado por Fall da un error al intentar acceder a él.
El declive y el silencio: ¿Qué salió mal?
A medida que pasaban los meses, las promesas de actualizaciones y progreso se desvanecieron. El sitio web de Green Gadget Guru dejó de funcionar, devolviendo un simple error 403. Antes de la caída del portal, la cosa ya no pintaba bien.
Los artículos que deberían haber generado ingresos contenían texto genérico de "lorem ipsum", y las categorías de productos no llevaban a ninguna página funcional. Además, la aparente falta de integración de enlaces de afiliados y anuncios hacía cuestionar las afirmaciones de ingresos reportadas por Fall.
Al final, el proyecto fue incapaz de mantener el impulso inicial, y Fall dejó de actualizar a sus seguidores. A pesar de los 7.700 dólares que recibió en donaciones, no queda claro si esos fondos fueron utilizados realmente para desarrollar el negocio o si fue una estafa.
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