
Con el verano, y sobre todo el calor, es normal que no pensemos en otra cosa que no sea en las vacaciones de verano. Lo más aplicados ya tienen todo preparado y reservado para disfrutar de una o varias semanas de merecido descanso, pero todavía hay muchas personas que están buscando su alojamiento.
Para ello existen cientos de apps, webs y comparadores para encontrar los mejores alojamientos durante estas tan deseadas fechas, y entre ellas una de las más destacadas es Airbnb. Tan solo el año pasado en España, la plataforma estadounidense fue usada durante los tres meses de verano por más de 3.6 millones de huéspedes nacionales e internacionales que se alojaron en apartamentos de Airbnb.
A pesar de que ahora las autoridades están tratando de regular los pisos turísticos y de alquiler vacacional, se espera un número similar o incluso mayor de turistas en este verano de 2024, y tal afluencia no pasa desapercibida por los ciberdelincuentes.
Esto ha hecho que las estafas dentro de la propia plataforma hayan crecido enormemente en los últimos años, y aunque la plataforma aplica e incluye toda una serie de medidas de protección y seguridad para que esto no ocurra, no pueden parar todos los engaños que ocurren en esta web.
Qué es la estafa del cambio de última hora y cómo puedes evitarla
Uno de los engaños más lucrativos para los estafadores en Airbnb es conocido como el del cambio de última hora. El timo comienza con un señuelo, que suele ser un alojamiento en buen estado, bonito, bien ubicado y con un precio asequible, ni muy barato ni muy caro para no levantar sospechas.
Para no perderlo el usuario lo reserva, de manera totalmente normal y legítima. El problema es cuando se acerca la fecha de tus vacaciones y de repente recibes un email del anfitrión en el que te informa de que lamentándolo mucho ha ocurrido un supuesto problema en la casa y no vais a poder ir al alojamiento que habías reservado.
Como solución te propone ir a otra de sus casas en otra ubicación cercana, y donde te asegura de igual categoría o mejor. La mentira es que cuando llegues, sí que te vas a encontrar un alojamiento, pero las condiciones y estado en el que se encuentra son muy inferiores a lo que en un principio habías alquilado por un precio determinado.
Lo cierto es que no se puede hacer mucho contra esta estafa, si te contactan para avisarte del cambio, pide fotos del otro alojamiento y usa apps como Google Maps para comprobar la ubicación y si hay imágenes de la casa para poder hacerte una idea. Al mismo tiempo antes de reservar nada, mira las opiniones de otros usuarios sobre el anfitrión para saber con qué tipo de persona estás tratando.