Las calles de Wuhan han sido testigos de uno de los nuevos avances de la Inteligencia Artificial aplicada a la industria del automóvil: la aparición de los primeros taxis autónomos prestando su servicio a los ciudadanos chinos.
Estos taxis autónomos funcionan sin conductor gracias a la Inteligencia Artificial. Los primeros se pusieron en marcha en el mes de febrero, y desde entonces la cifra de vehículos ha llegado al centenar.
Se trata de una tecnología que, pese a su modernidad, es relativamente accesible para los ciudadanos que quieran usarla. Tan solo es necesario contar con una app descargada y con un lector de códigos QR.
Cómo funcionan los taxis autónomos
Para montar en un taxi autónomo hay que tener descargada la aplicación y pedir uno de estos taxis indicando la dirección a la que tienen que llegar. Una vez el taxi ha llegado a su destino, el cliente debe leer un código QR que aparece en la ventanilla trasera del vehículo.
Al escanear el código, se abre la puerta trasera del taxi, por la que el cliente debe entrar. Lo último que tiene que hacer es abrocharse el cinturón, apretar el botón de inicio que hay en la pantalla frente a él...y disfrutar del viaje.
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