
La empresa especializada en código bajo o 'low code' Appian ha anunciado que trabajará con Amazon Web Services (AWS) para hacer más accesible la IA generativa a los procesos de negocio de las compañías. "El objetivo es agilizar la creación de aplicaciones que permitan automatizar procesos en empresas de cualquier sector", explica su vicepresidente, Malcolm Ross.
Hablamos con Malcolm Ross en el reciente encuentro Appian World, organizado en Washington, para mostrar el estado actual del 'low code' o código bajo, este nuevo sistema de desarrollo de software, que permite incluso que los profesionales que trabajan en el negocio puedan mejorar las aplicaciones informáticas que usan en su día a día. Su plataforma tan pronto unifica en un pdf documentos de fuentes diversas como ayuda a preparar a la empresa Axiom sus próximos viajes al espacio.
Empecemos por el principio, ¿cómo explicaría lo que es el 'low-code' o código bajo a alguien que no supiera nada de tecnología?
Yo siempre digo no es un tipo específico de software, sino más bien una filosofía de gestión de producto. Se propone facilitar al máximo el uso de estas herramientas por parte de los clientes. Al mismo tiempo, se trata de software altamente configurable o programable. Si pensamos en código tipo Java o C Sharp o una codificación tradicional, en ese proceso un humano tiene que entender el código. En el 'low code', en cambio, ahora el ser humano le expresa lo que quiere conseguir a un ordenador y este le entiende.
¿Hablamos entonces de humanizar la tecnología?
El código bajo trata de ser mucho más natural para los seres humanos, de que todo el proceso sea visual. Ya se trate de un modelo, de un proceso o de una interfaz, elegimos medios que sean expresiones más naturales para los seres humanos. Así la máquina pueda entender más fácilmente lo que queremos que haga.
¿Qué aplicaciones tiene?
Esta tecnología se está aplicando a la automatización de todo tipo de procesos en empresas de cualquier sector, pero también podemos pensar en software de juegos de ordenador o en la preparación de los próximos viajes al espacio, en el ejército de Estados Unidos...
¿Puede poner ejemplos de uso en nuestra vida diaria?
Es la manera más fácil de entender lo que hacemos. Principalmente agilizamos flujos de trabajo, nos dedicamos a la orquestación de procesos de negocio, a la automatización y a desarrollar aplicaciones que utilizamos en cualquier oficina. Un buen ejemplo es un diagrama de proceso tradicional. Utilizamos una forma muy intuitiva para crear ese mapa del proceso y el ordenador sabe cómo leer eso y luego convertirlo en una aplicación para tareas cotidianas.
Entonces el objetivo general es mejorar la comunicación entre los hombres y las máquinas…
Sí, esto sería el objetivo general. Absolutamente. Ahora ha cambiado mucho todo con la Inteligencia Artificial (IA). Todo es más intuitivo para el ser humano, pero todavía requiere de formación. Ahora con la IA podemos utilizar nuestro lenguaje puramente natural y se van eliminando esas barreras. Los ordenadores saben ya cómo interpretar nuestras peticiones y convertirlas en aplicaciones con la ayuda de los nuevos modelos lingüísticos.
¿Cuántas empresas lo usan ya?
El código bajo es un patrón de diseño que ha sido adoptado por muchas empresas de software. Así que en estos momentos ya hay miles de compañías utilizándolo y decenas de miles de desarrolladores. Solo la plataforma específica de Appian tiene alrededor de un millar de clientes.
¿Hasta qué punto revoluciona la manera de programar?
Una vez que alguien empieza a adoptar 'low code', lo primero de lo que se da cuenta es de cómo se simplifica todo. Eso tiene su impacto en los plazos de implementación, que se reducen considerablemente. Y luego se puede entrenar a más personas que no tienen que haber ido a la escuela de ingeniería informática o tener un título en ciencias de la computación para ser productivos a la hora de escribir software. Podemos tener a profesionales que están en el negocio participando en el proceso de desarrollo de software, mejorando sus aplicaciones o construyendo otras para sus procesos. Así que no sólo aceleramos la entrega del software, sino que también ampliamos el número de personas que pueden construir software para avanzar en esa automatización y digitalización.
¿Se trata entonces de democratizar el acceso a la programación?
Sí, de hecho, contamos con la Appian Community Edition, que es una versión gratuita del software que regalamos a cualquiera que quiera aprender este tipo de software, para que vaya practicando y descubriendo de lo que puede ser capaz. Da acceso a nivel de administrador a la mayoría de las funciones y capacidades de la plataforma Appian.
Antes hablaba de la IA. ¿Cuál es su papel en esta nueva manera de programar?
Es importante su papel, ya hemos visto cómo Chat GPT puede escribir JavaScript, pero el código bajo es el medio perfecto al ser más simple, más intuitivo y visual. Puedo pedirle que nos diseñe un proceso de reclamaciones de seguros para mi empresa. Los resultados producidos por la IA para Java solo los informáticos entenderán si son correctos o no.
Pero Appian ya usa también la AI generativa…
Sí, hemos llegado a un acuerdo de colaboración estratégica con Amazon Web Services para usar la solución de IA generativa Bedrock e integrarla en todos nuestros clientes como un gran modelo de lenguaje nativo. Así que los clientes no tendrán que pasar los datos a un tercero y tendrán su propio sistema de inteligencia artificial. El modelo de lenguaje natural irá integrado en el producto y ayudará a potenciar muchas características de la plataforma.
¿Cómo consiguen por ejemplo con la AI generativa convertir documentos de fuentes diversas en un PDF?
Para ello se utiliza específicamente una combinación de IA generativa. Tenemos capacidades nativas de IA para hacer lo que llamamos comprensión inteligente de documentos. Y así convertimos este formulario de papel en una aplicación digital. El sistema escanea todo el formulario, reconoce los campos desplegables de texto y a partir de ahí crea el formulario automáticamente. Resulta muy beneficioso para los desarrolladores para probar sus aplicaciones.
¿Qué control considera que hay que tener de esas aplicaciones generadas por la IA?
Se reduce el coste y el tiempo de desarrollo, pero siempre hay que supervisar lo que la IA ha generado. El desarrollador tiene que asegurarse de que es apropiado para su negocio. Puedes hacer que los profesionales se impliquen y participen en la revisión con la IA generativa para decir si esto es lo que se desea y luego pueden modificarlo y publicar la aplicación cuando esté lista.
Cuando hablamos de este tipo de procesos, parece que todo en una empresa puede ser automático... ¿Hay un límite a esa automatización?
Siempre hay un límite. Sí, también depende de la empresa, ¿no? Ciertamente, es nuestra misión permitir a las empresas aplicar la automatización digital en la mayor variedad de situaciones y luego será cada compañía la que decida en qué áreas quiere aplicar esas herramientas.
¿Se puede llevar esta tecnología a la pequeña empresa?
Sí. Les recomendaría empezar por la Appian Community Edition para ir probando diferentes soluciones y ver la cantidad del producto que desean utilizar.
¿Cuál considera el principal error cuando fracasan los procesos de automatización en las empresas?
Es una pregunta amplia. Si tuviera que especular a partir de lo que desde mi experiencia he visto es el fracaso en la adopción de una filosofía de diseño ágil, diría que muchas organizaciones utilizan la tecnología, pero no cambian su cultura. Cuando se adopta una plataforma de bajo código, es muy importante cambiar la forma de desarrollar software. El 'low code' implica una filosofía de desarrollo ágil donde se trabaja de una forma muy colaborativa. Permite introducir cambios cada semana o cada dos semanas.
¿Cómo se imagina el futuro en cinco años en las empresas y los procesos?
Si hablamos del impacto de la IA y del desarrollo de software, ambos van a tener un gran impacto. La IA va a acelerar y democratizar el desarrollo de software aun más porque va a ser aún más fácil para cualquier persona empezar a construir nuevos patrones de diseño dentro de la aplicación de un producto. Así que es muy importante que las grandes organizaciones vean que va a haber más personas aportando en esta dirección. Y en convivencia con esa IA. En el último año muchas organizaciones han estado jugando con la IA, con prototipos aquí y allá. Pero con el fin de obtener un valor real de esta tecnología se necesita aprender a conectar estos nuevos modelos de lenguaje más grande con la IA. Así que veremos mucha más IA en los próximos cinco años.
¿Y qué le diría a quienes aún tienen miedo al cambio?
Probablemente, la mayor parte de la gente que he encontrado con miedo al cambio es en la parte más corporativa. Tienen que asegurar y gobernar todos sus sistemas de IT, todos sus datos, pero al mismo tiempo tienen que capacitar a los profesionales de negocio con estas tecnologías para que puedan hacer mucho más. Lo explicaría con la clásica fábula de dar pescado o enseñar a pescar: hay que enseñar a la empresa cómo programar y crear sus propias herramientas, al tiempo que se asegura de que gobierna todas las operaciones de manera efectiva.