
Elewit es la plataforma tecnológica de Redeia (Red Eléctrica a Hispasat, Redinter o Reintel). Tiene como objetivo impulsar la innovación en los distintos sectores de actividad de su matriz y resto de sus empresas. Durante estos 5 años, han invertido 74 millones de euros en innovación, adoptado 44 soluciones e impulsado una media de 100 proyectos al año para promover la transición ecológica y la conectividad en el sector de las telecomunicaciones. Para todo ello, disponen de un corporate venture capital propio. Con la directora de Elewit, Silvia Bruno, hablamos de cómo "la Inteligencia Artificial, la analítica de datos y el Internet de las Cosas están optimizando las redes de electricidad".
P. ¿Qué está permitiendo la tecnología para modernizar el sector eléctrico?
R. Hay bastantes ejemplos que ya están generando valor y que hemos logrado a través de nuestro LAB de Innovación. PDEye permite realizar mantenimiento predictivo de activos críticos de la red eléctrica que identifica anomalías funcionales en estadios tempranos. Otro proyecto es ZEPAS, una herramienta portátil que permite generar electricidad de cero emisiones para el consumo propio de las subestaciones antes de disponer de todos los recursos necesarios para su conexión a la red. Y un tercer ejemplo es DALIA, un software que permite optimizar la inspección y diagnóstico de líneas eléctricas para incrementar la seguridad y elevar el nivel de eficiencia de los técnicos que realizan esta tarea en el terreno.
P. ¿Qué papel juega la transición ecológica? ¿Cómo puede la tecnología mejorar el uso de las redes de electricidad?
R. Si hay un tema que tenemos claro en Elewit es que para avanzar en el ámbito de la transición ecológica debemos apostar por la innovación tecnológica. Es decir, ante el momento de cambio y trasformación a escala global que estamos viviendo como sociedad, tenemos que rediseñar y repensar procesos, infraestructuras y tecnologías. La tecnología puede contribuir a optimizar el uso de las redes de electricidad, a través de soluciones que permitan que éstas sean cada vez más resilientes, flexibles, inteligentes y seguras.
P. ¿Qué tecnologías concretas están ayudando a ello?
R. La Inteligencia Artificial, el análisis avanzado de datos o el Internet de las Cosas, por citar tres ejemplos, tienen un gran potencial en este sentido, y ya están contribuyendo de manera significativa.
P. Como plataforma tecnológica de Redeia, ¿en qué ámbitos del suministro eléctrico y la conectividad se requiere de mayor tecnología?
R. La innovación tecnológica que impulsamos desde Elewit es necesaria en todos los ámbitos de Redeia, especialmente si pensamos que el nivel de exigencia sobre el sistema eléctrico en este proceso de transición ecológica es cada vez más relevante. Hay necesidades como la digitalización de infraestructuras, tanto en el funcionamiento de los equipos en las subestaciones como en los procesos de mantenimiento.
P. ¿Todo eso les permite monitorizar las necesidades para adaptar la energía a picos de consumo?
R. Impulsamos un protocolo que permita integrar todo tipo de medidas de tensión o de intensidades en tiempo real, necesarios para asegurar la constancia del suministro eléctrico. Por otra parte, facilitamos lecturas de variables físicas como las de imagen térmica, ruido audible o distancias medidas con láser, que se crucen con muchos otros indicadores para obtener una información precisa del estado de salud de equipos o de su entorno.
P. ¿Qué papel está jugando la Inteligencia Artificial?
R. En proyectos como ASUMO o DALIA hay muchos componentes de IA útiles en la operación y gestión de la red, dada la cantidad de variables y condicionantes en estos ámbitos. Por otra parte, en el ámbito de la conectividad, se ha modernizado la red interna de comunicaciones, desplegando la red de telecomunicaciones IP MPLS (del inglés Multiprotocol Label Switching). En paralelo, también se está trabajando en proyectos como las distribuciones de claves cuánticas, que tendrán aplicación en el ámbito de la ciberseguridad y en los próximos computadores cuánticos.
P. Entre sus retos, se encuentra impulsar la transición energética hacia fuentes más verdes. ¿Qué más podemos hacer todos para alcanzar esa meta?
R. Efectivamente, este desafío no recae únicamente en corporaciones como la nuestra, sino que requiere de un esfuerzo colectivo para, entre otros retos esenciales, cumplir con la hoja de ruta del PNIEC, que persigue que el 81% de la generación eléctrica sea renovable en 2030 y desarrollar nuevas infraestructuras eléctricas para facilitar la electrificación de la economía.
P. ¿Qué más cosas se pueden hacer?
R. Adoptar medidas de eficiencia energética en el hogar y usar transporte público u opciones de movilidad sostenible para nuestros desplazamientos son algunos de los gestos que de forma individual se pueden realizar para mitigar los efectos del cambio climático.
P. ¿Y en las empresas?
R. Dentro de las compañías, por ejemplo, algunas prácticas recomendadas pasan por aplicar políticas sostenibles y con un claro objetivo enfocado a la descarbonización desde todos los ámbitos: administración, empresas, etc., así como avanzar en la concienciación de la sociedad.
P. Si la sociedad está avanzando hacia la transición energética, ¿por qué se ponen tantas trabas al autoconsumo?
R. El autoconsumo es una modalidad que empodera al consumidor como generador de su propia energía y ayuda a reducir las emisiones. Esto debe ser compatible con el desarrollo y mantenimiento de las redes de transporte, infraestructuras necesarias para garantizar el suministro eléctrico en todo momento, tanto en las circunstancias en las que el auto consumidor dispone de generación propia como si no puede autoabastecerse.
P. ¿La regulación actual no desincentiva esta tendencia al autoconsumo?
R. Otro aspecto para tener en cuenta es que su desarrollo introduce una serie de retos para la operación del sistema, como la necesidad de implementar un marco normativo y técnico de aplicación del autoconsumo en los procedimientos de operación o un estudio sobre la afección de éste a la demanda diaria, entre otros.
P. En ese ecosistema de innovación abierta que han creado y también trabajan o colaboran con terceros. ¿Con qué otras empresas y organizaciones? ¿Qué tipo de proyectos están lanzando?
R. En el mundo de la innovación, la colaboración e intercambio de conocimientos es clave para seguir creciendo y creando las mejores soluciones tecnológicas. Por eso, hemos llevado a cabo iniciativas como la instalación de antenas 5G en Galapagar (Madrid), junto a socios y colaboradores como Ericsson y MÁSMOVIL. Otro proyecto es ViSync, que desarrollamos junto a Redeia y Red Eléctrica, en colaboración con HESStec, CEN Solutions, S2 Grupo y CERE, de un sistema de almacenamiento híbrido que combina baterías de ion-litio y ultracondensadores. Entre otros proyectos, también somos parte del accionariado de distintas startups que se dedican a temas relacionados con el despliegue corporativo de soluciones IoT y 5G; soluciones de apoyo a la gestión del almacenamiento de energía; o desarrollo de sensores y aplicaciones avanzadas en Tecnología Geoespacial, entre otros.
P. Trabajan con Edge a la computación cuántica, los wearables, el 5G, la robótica, el IoT, la analítica de datos, la realidad virtual… ¿Cómo llegan a todo?
R. Sabemos que la tecnología es el medio que nos permite enfrentarnos a nuestros retos y, por eso, optamos en cada caso por la tipología que mejor se adapta a cada objetivo. La forma que tenemos de ordenar este desarrollo es, en primer lugar, fijando una serie de retos, que se centran en optimizar las infraestructuras de la red eléctrica y gestión de activos; la operación del sistema eléctrico e integración de renovables; impulsar la conectividad e introducir eficiencias; nuevos servicios y modelos de negocio; seguridad y salud de las personas; y desarrollo sostenible. Llevado a un caso práctico, usamos Internet de las cosas, Inteligencia Artificial y analítica de datos en proyectos como ASUMO para digitalizar y gestionar en tiempo real los activos de subestaciones de la red de transporte que gestiona Red Eléctrica.