
En los últimos años, Aragón se ha convertido en un punto de atracción para la instalación de centros de datos de compañías como Amazon Web Services (AWS) y Microsoft. Unas instalaciones que se han concentrado sobre todo en las localidades y zonas próximas a Zaragoza capital y en zonas en las que son habituales las altas temperaturas, pese a que el 40% del gasto energético en estas infraestructuras se corresponde con la refrigeración.
Esta situación va a llevar a que el Gobierno de Aragón incorpore el criterio de las condiciones climáticas en las ubicaciones de los centros de datos como un elemento de valoración para el emplazamiento de estas instalaciones en la comunidad aragonesa.
En concreto, este factor se incorporará como elemento de valoración al porfolio de Suelos de Ventas en el que está trabajando en la actualidad la Dirección General de Planificación Logística del Ejecutivo aragonés.
De este modo, se va a tener en cuenta el dato esencial del coste de refrigeración como un criterio de valoración para las empresas dentro de este porfolio, según se ha puesto de manifiesto en las Cortes de Aragón a propuesta del grupo parlamentario de Aragón Teruel Existe en sesión plenaria.
Desde esta formación, han explicado que "no es lógico" que los tres centros que se conocen hasta ahora se instalen en "lugares tan calurosos" como la ciudad de Zaragoza y área: Villanueva de Gállego, El Burgo de Ebro y Huesca. Además, también han criticado que las ubicaciones tengan lugar en el área de influencia de Zaragoza.
En consecuencia, también se pretende facilitar la descentralización de las inversiones. Con este objetivo, el documento en el que se está trabajando está encaminado a sacar la logística de estos puntos de la comunidad aragonesa, han apuntado desde el PP.
Otros territorios dentro de Aragón, como la provincia de Teruel puede ser una alternativa para estas actividades económicas de alto impacto. En esta línea se ha apuntado a la localidad de Calamocha, situada en el triángulo del frío peninsular, o la comarca de Teruel o la de Andorra.
Son zonas, entre otros enclaves, que, además de permitir reducir los costes de refrigeración, disponen de acceso a energías renovables, generación distribuida mediante comunidades energéticas y formación universitaria especializada con la Escuela Politécnica de Teruel.