
Nvidia tenía unos deberes muy complejos: tenía que anunciar la "perfección" en sus resultados trimestrales. Y lo ha hecho: ha arrasado hasta las expectativas más positivas de un mercado que le había puesto el listón por las nubes. La firma encabezada por Jen-Hsun Huang ha cosechado unos ingresos cifrados en 22.100 millones de dólares, batiendo a los 20.410 millones de dólares estimados por el mercado. Esta cifra no solo es burrada ya de por sí para una firma que hace cuatro años solo ingresaba 3.000 millones, sino que además supone un aumento espectacular de 16.000 millones de dólares respecto al año pasado, un 256%.
Y sus beneficios también han sido estratosféricos: 14.750 millones de dólares, una subida interanual de 12.500 millones de dólares y que supera con claridad a los 13.100 millones que anticipaban los analistas.
Pese a estos titulares históricos, la primera reacción de los mercados fue vender: la firma cayó un 3% en el 'after hours' nada más conocerse los resultados. Los inversores estaban nerviosos y tenían el dedo en el gatillo, listos para deshacerse de la acción a la más mínima señal de debilidad.
Pero según pasaban los minutos y se leían el documento, la realidad era que esa señal de debilidad no aparecía por ninguna parte, y las acciones se giraron rápidamente a registrar alzas del 6%, borrando la mayor parte de la caída registrada en las dos últimas sesiones. En el comunicado, Huang celebraba que "la IA generativa y la computación acelerada ya han superado el punto de ebullición. La demanda se está disparando en todo el mundo, en todo tipo de compañías, industrias y países".
La compañía estadounidense, que forma parte de las Siete Magníficas de Wall Street, ha destacado las ventas a los sectores de aprendizaje de IA, videojuegos y visualización profesional. En este sentido, Nvidia ha señalado que ya está vendiendo sus productos a niveles "milmillonarios" a empresas pertenecientes a industrias como la automovilística, las finanzas y la salud. Así, el volumen de chips comercializados para los centros de datos ha sido de 18.400 millones de dólares frente a los 17.200 millones que esperaban los expertos. Ello supone una subida de 12.500 millones de dólares respecto al año pasado.
En el caso de los videojuegos, el volumen de ventas alcanzó los 2.900 millones de dólares frente a los 2.700 millones estimados, es decir, una subida interanual del 58%. Por su parte, los chips comercializados en el sector de la visualización profesional y los ordenadores han firmado una duplicación interanual, pasando de los 226 millones obtenidos el año anterior a los 463 millones cosechados este año.
Este gran desempeño de Nvidia le ha permitido incrementar su margen bruto, el cual ha subido diez puntos porcentuales: del 66% al 76,7%, un nivel superior al 75,4% esperado por el mercado. Además, el flujo de caja o efectivo disponible para la firma ha aumentado 10.000 millones de dólares con respecto al año pasado, alcanzando los 11.220 millones de dólares.
Por si todo esto no fuera suficiente, los gastos también han crecido menos de lo que se esperaba: toda esa demanda adicional ha hecho que los costes suban un 25% interanual, hasta los 2.210 millones de dólares, frente a los 2.230 millones que calculaban los analistas. No solo están aumentando las ventas a toda velocidad, sino que también están controlando los costes, el principal talón de Aquiles de toda empresa en 'modo cohete'. La pregunta es cuánto combustible tendrá, pero todo parece indicar que aún le queda suficiente para ponerse en órbita.