Tecnología

Juan Parra (DXC): "La inteligencia artificial es democrática porque no requiere grandes inversiones"

  • Crecimiento: "En seis años hemos duplicado la facturación y seguimos creciendo a doble dígito"
  • Contratación: "Ya somos casi 8.000 personas y este año prevemos incorporar 1.000 o 1.500 más"
  • Digitalización: "Transforma a las empresas y les permite ser más competitivas y con mejores resultados"
Juan Parra, consejero delegado de DXC Technology Iberia. EE

DXC Technology nació hace seis años de la fusión entre CSC y el negocio de servicios a empresas de Hewlett Packard Enterprise, y cotiza en la bolsa de Nueva York. Dentro de un grupo que factura más de 14.400 millones en todo el mundo, la filial Ibérica es de las que más crece, y prevé mantener el ritmo en 2023. Prácticamente todas las empresas del Ibex son clientes de DXC Iberia, que también las apoya en los países en los que operan. Hablamos de todo ello con Juan Parra, consejero delegado de DXC Technology Iberia.

A finales de año inauguraron un centro de excelencia de inteligencia de negocio en Santiago de Compostela, en febrero otro de ingeniería de 'software' en Alicante, en marzo el nuevo espacio en Sant Cugat del Vallès para hiperautomatización ¿España crece más que otros países?

España está siendo un caso de éxito dentro de DXC a nivel global. El negocio mundial va bien, pero el de España va especialmente bien. En Iberia crecimos a doble dígito en ingresos el último ejercicio, con el mejor último trimestre del año fiscal en ventas de nuestra historia. Nuestra materia prima son las personas porque damos servicios tecnológicos, y por eso hemos duplicado la plantilla en seis años y tenemos necesidad de incorporar más empleados. Empezamos con algo menos de 4.000 empleados hace seis años y somos ya casi 8.000, y este 2023 prevemos incorporar entre 1.000 y 1.500 personas más, porque nuestras perspectivas de negocio son buenas, con competitividad en productividad y en costes.

Son el mejor socio tecnológico entre las empresas del Ibex, según las consultoras Quint y Whitelane Research...

Eso tiene mucho valor porque son estudios externos y, en muchos casos, cuando se lanzan procesos de licitación, se tienen en cuenta estas clasificaciones a la hora de decidir las empresas a las que se invita. También se nota en que nuestro nivel de rotación de personal es del 6%, cuando el mercado está sobre el 25%, porque nos hemos convertido en una empresa con muy buen ambiente, que forma mucho a la gente, que ofrece posibilidades de poder dedicarse a clientes y soluciones diferentes, y que permite flexibilidad para trabajar en las oficinas o en remoto. Y que el 47% de la plantilla son mujeres también es un efecto llamada para la cantera femenina, de lo que estamos orgullosos.

¿Cómo ha evolucionado el negocio de la compañía?

Nacimos alrededor de los 300 millones de facturación y ahora está algo por encima del doble, con crecimientos de doble dígito que esperamos mantener este año. En algunas regiones somos de las empresas que más trabajo dan en general, no solo del sector tecnológico, como en Aragón o Asturias. Ya tenemos 14 centros entre España y Portugal, y el objetivo es crecer en esos centros, y cuando se da la coyuntura necesaria, abrir algún centro nuevo. Calculamos que abriremos uno o dos este año.

¿Y cerrar?

No cerramos ninguno y no sufrimos la situación de otras compañías tecnológicas. Nuestras perspectivas son muy buenas. Incluso cuando la economía está sufriendo, nuestro negocio ligado a la tecnología y la transformación que hacemos en las empresas les permite ser más competitivas y tener mejores resultados.

¿En qué sectores destacan?

El sector financiero es el más potente, con un tercio de la facturación, porque es de los que más invierte en tecnología, y el resto tiene un peso de entre el 10 y el 15%, incluido el sector público. Estamos muy diversificados: construcción (Ferrovial, Acciona, FCC), comercio (Mango, Carrefour, etc), logística (MRW, Seur, Logista), automoción (tanto fabricantes como servicios de movilidad compartida)... Cubrimos bien todas las áreas con un portafolio amplio. Nos encargamos de labores de desarrollo, gestión, procesos de negocio, sistemas críticos, etcétera, que permiten la evolución y subsistencia de esas compañías.

En los últimos tiempos han ganado varios concursos públicos potentes, a nivel nacional y autonómico. ¿Es un sector en auge?

Los fondos europeos Next Generation están ayudando a modernizar las administraciones, y por eso hemos notado en los dos últimos años un empuje superior al de otras épocas. Deberá servir tanto para ganar eficiencia en los procesos como para mejorar la atención al usuario. Hace años, lo que hacíamos era muy interno y muy poco visible, pero ahora lo ves en el día a día, cuando vas a comprar, al banco o a una administración pública.

¿Y trabajan desde España para clientes del resto del mundo?

Tenemos algunas soluciones que nacieron para clientes españoles y estamos desplegando a nivel mundial, como sistemas logísticos, pero España no es un centro de servicios mundial, porque la mayoría del trabajo se centra en los clientes nacionales, aunque un 10% de la plantilla trabaja para clientes extranjeros. Tenemos personal en España que trabaja en alemán, francés e incluso chino.

¿Tienen también infraestructuras como centros de datos?

Tener el ladrillo no nos aporta ventajas. Nuestro factor diferencial es la inteligencia de cómo operar los centros de datos, ya sean de nuestros clientes o de empresas especializadas, y también somos expertos en el uso de la nube pública. El negocio de infraestructuras es un tercio del total en España; otro tercio son el desarrollo, gestión, evolución y transformación de aplicaciones, y otro tercio es la evolución, transformación, consultoría y robotización de procesos de negocio.

Sí que apuestan por la inteligencia artificial...

La inteligencia artificial ha sido un boom que ha venido para quedarse. Nos va a ayudar a ser más eficientes, evitar errores humanos y cambiar el paradigma de la empresa. El valor que va a aportar todavía está iniciándose, pero va a ser alto y democrático, porque no requiere de grandes inversiones. Y su conocimiento y utilización tampoco es tan complejo. Por eso tiene tanto empuje, y nosotros estamos invirtiendo mucho en esa parte.

¿En qué invierte DXC?

Invertimos en los nuevos centros de trabajo, en crear empleo y en formación del personal no solo cuando se ganan contratos, sino antes. Hace cuatro años decidimos certificar a 1.000 personas en nube pública en España, cuando todavía no había demanda, pero entendimos que era una tecnología de futuro, y cuando ha llegado ya estábamos preparados. También invertimos en innovación sobre temas que todavía no existen, como por ejemplo entender cómo la inteligencia artificial puede permitir desarrollar software o gestionar equipos prácticamente sin intervención humana. No es algo que vayamos a poner en producción de una empresa en meses. Un 2 o 3% de lo que facturamos lo reinvertimos en capital humano y conocimiento.

¿Pero la automatización no puede acabar yendo en contra de su negocio?

Se crearán otros tipos de trabajo, como entrenadores de inteligencia artificial. Y hay que crear, construir, operar y mantener las máquinas.

Para leer más, revista Catalunya

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