
Telefónica se ha adelantado al resto de los operadores de telecomunicaciones europeos en el aprovechamiento de las funciones de la inteligencia artificial que atesoran las últimas versiones de la tecnología 5G. Las posibilidades de negocio de las prestaciones cognitivas de las conexiones se presumen colosales, según han explicado fuentes del sector a elEconomista.es. Es decir, además de las altas velocidades, bajísimas latencias y las capacidades de conectividad de hasta un millón de líneas en un kilómetro cuadrado, el nuevo 5G también deducirá lo que va a ocurrir con sus conexiones.
Más pronto que tarde, las industrias 4.0 demandarán anchos de banda capaces de anticipar los acontecimientos y dimensionarse previamente en función de las circunstancias. A grandes rasgos, la nueva generación de redes conocerá el número aproximado de usuarios concurrentes que demandarán conexiones en los próximos minutos, horas, días o meses, siempre de forma completamente anónima y desagregada. Las infraestructuras de red también estimarán volúmenes de descargas de datos antes de que se produzcan o, incluso, prever el movimiento futuro de los usuarios conectados en determinados espacios físicos (handovers).
Todo lo anterior es posible gracias a la combinación del big data y de la inteligencia artificial que ofrece la denominada Network Data Analytics Function (NWDAF). Dichas propiedades analíticas son una de las fortalezas menos conocidas de la release 15 de 5G Stand Alone. Fuentes del sector explican el prodigio de una tecnología ya preparada para analizar infinidad de variables con utilidades prácticas que se multiplicarán con el uso. Entre ellas sobresale la habilidad del nuevo 5G para evitar las posibles congestiones de la red en momentos específicos. En estos supuestos, la propia red movilizaría de forma automática sus propios recursos técnicos para asegurar la fluidez del tráfico online, sin que las contingencias cambiantes provocaran un menoscabo de las capacidades.
De la mano de Nokia, la multinacional española ha puesto a prueba diversos casos de uso en sectores tan dispares como la industria conectada, los videojuegos en red y la automoción autónoma. En este último ejemplo, el operador de telecomunicaciones podrá garantizar la plena calidad del servicio en todo momento, al margen de las posibles incidencias que pudieran producirse. De esa forma, en un mundo sin imprevistos, la propia red podría conocer eventuales problemas futuros de conectividad en cierto tramo de kilómetros de un hipotético trayecto por carretera de un vehículo sin conductor entre Madrid y Valencia. Con esa información, el sistema activaría avisos para que el piloto pudiera tomar el mando del coche autónomo o, quizá, habilitar otros sistemas complementarios. Todo lo anterior es posible con las propiedades del denominado slicing del 5G, es decir, la facultad de dividir la red en canales, para que cada capa pueda ofrecer un tipo particular de servicio, como priorizar la velocidad, la latencia o la seguridad, por ejemplo.
Sobre la arquitectura NWDAF, Nokia ha ofrecido a Telefónica que la analítica de datos esté disponible donde sea necesaria para satisfacer los distintos requisitos en los casos de uso 5G.
Meta rechaza financiar la fibra de las 'telecos'
Meta no está dispuesta a colaborar con los operadores de telecomunicaciones en la financiación de las redes -tanto fijas como móviles- que acaparan con sus contenidos. En respuesta a la consulta pública promovida desde la Comisión Europa para conocer la opinión de los jugadores del sector sobre la posible contribución justa en el mantenimiento de las redes, la compañía antes conocida como Facebook ha dejado claro tres conceptos: las propuestas de tarifas de red no tienen en cuenta que las inversiones de Meta en contenidos impulsan el modelo de negocio de los operadores de telecomunicaciones.
Además, la mayor red social del mundo no percibe "pruebas creíbles de un déficit de inversión ni en capacidad de red fija ni en cobertura móvil". Al mismo tiempo, la compañía fundada por Mark Zuckerberg recuerda que "está invirtiendo para construir un Internet más fiable y eficiente", con más de 880.000 millones de dólares destinados en infraestructura digital global en los diez últimos años.
De esa forma, los dueños de Facebook e Instagram aseguran mostrarse "complacidos por colaborar con los operadores de telecomunicaciones para lograr este objetivo, pero debe basarse en pruebas". Así lo explican Kevin Salvadori, vicepresidente de Redes de Meta, y Bruno Cendon Martin, director de redes móviles, quienes firman una entrada en el blog corporativo titulada Las propuestas de tarifas de red se basan en una premisa falsa.