
La compra de Musk de Twitter por 44.000 millones de dólares será recordada como el paso anterior a la sangría de despidos que llevó y sigue llevando a cabo el magante. De pasar de 7.500 empleados cuando compró la app a tener menos de 2.000 en menos un año y con la incertidumbre de que continúen los ceses, trabajar a día de hoy en Twitter es casi tan peligroso como una ruleta rusa.
Este 2022 y comienzo de 2023 ha sido el año maldito para las empresas tecnológicas, que después de años en continuo crecimiento (sobre todo con la pandemia), han pegado un frenazo en su auge y se han visto obligadas a idear formas de tratar de seguir siendo viables y seguir teniendo beneficios.
Entre las más afectadas por esta necesidad de acabar el año en positivo nos encontramos con Twitter, la cual ha sido la compañía más señalada por sus despidos, tanto por el número de empleados cesados por las formas en las que lo ha hecho. Y cuando parecía que la situación se había relajado, después de unos meses en los que no se había detectado movimiento en este aspecto.
Sin embargo, como han descubierto fuentes cercanas al The New York Times, Twitter acaba de despedir a unos 200 empleados este fin de semana, lo que supone alrededor de un 10% de su plantilla restante.
De nuevo, muchos de los empleados se dieron cuenta de su despido al perder acceso a los sistemas más que de ser informados por el cese. No hay un área concreta, ya que tanto directivos, ingenieros y científicos de datos han perdido su puesto de trabajo, aunque el despido más señalado es el de Esther Crawford, directora de gestión de productos, quien era considerada como uno de los empleados de Twitter más fiel a Musk.
Y es que Crawford se volvió viral al compartir una foto en sus perfiles de redes sociales durmiendo en las oficinas de la compañía, cuando Musk pidió unas semanas de "trabajo extremo y sin descansos" para sacar adelante la plataforma.
"Se ha convertido en una especie de intérprete entre Elon y el equipo de producto" comentaba un compañero hace unos meses, no obstante, parece que no le ha servido para mucho. Y es que el motivo aparente de estos despidos es que Musk no estaba contento con el producto en el que se había convertido Twitter Blue, y Crawford junto con los otros cientos de empleados han sufrido las consecuencias.