
La cadena hotelera Meliá y el unicornio de cargadores para coche eléctrico Wallbox son dos de las empresas que han dado su salto a la nube de AWS, la filial tecnológica e Amazon, en los últimos meses. En sendas conversaciones con elEconomista.es durante el re:invent 2022 en Las Vegas (EEUU), directivos de ambas compañías admiten que este movimiento les ha llevado a un recorte de costes de hasta el 70%.
La cadena hotelera -primera en número de habitaciones en España y tercera en Europa- fue la primera en tomar la decisión de moverse hacia la nube. "Ya vendíamos habitaciones a través de la web en 1998", señala en una conversación con este medio Chris Palomino, vicepresidente de IT de Meliá, si bien la transformación digital hasta conseguir lo que es hoy comenzó en 2014 cuando se movió la central de compras al cloud. Desde entonces, siguieron avanzando y para el momento en que la pandemia irrumpió en las vidas de todos ya tenían el 80% de sus sistemas migrados. "La pandemia nos permitió testear la nube y llegar a un tiempo de venta de apenas un minuto y ocho segundos para 2.000 habitaciones", admite Palomino.
Con todo y con ello, la multinacional hotelera ha conseguido una reducción del coste total de operación y mantenimiento del 60%, cifra que se sitúa en la parte más alta de la horquilla de entre el 25 y el 70% que se habían marcado al inicio del proyecto. De forma adicional, el movimiento a la nube ha permitido, señala Palomino, que el negocio aprenda a "probar cosas mucho más rápido", produciéndose cambios también en los equipos de negocio y modificando la estrategia del grupo. En este sentido, admite que se han modificado, por ejemplo, la forma en la que se desarrollan las campañas de marketing, que hasta la migración a la nube se segmentaban en el tiempo y ahora se hacen de una sola vez.
El caso de Wallbox
En los últimos meses, el unicornio español de cargadores para coche eléctrico Wallbox ha culminado su paso a la nube de AWS. Darío Fernández, director de Cloud en la compañía con origen en Cataluña, señala en una conversación con elEconomista.es que en una compañía integrada verticalmente como la suya y con alrededor de un cuarto de la plantilla dedicada a la tecnología -300 personas de unas 1.200 en total- se abren "posibilidades infinitas" para probar nuevos desarrollos.
Fernández admite que el cambio a spot -sistema que permite la capacidad bajo demanda en la nube- la compañía ha logrado una reducción de costes de hasta el 70%, cifra que se ha reducido en un 66% más al acumular máquinas. Además de la importante reducción de costes, este uso de la nube les ha permitido mejorar la escalabilidad del producto en un momento en que la compañía está creciendo en nuevos mercados, como EEUU, y probar productos.