Tecnología

La economía irlandesa, ¿en peligro? Las 'tech' aportan casi el 50% de lo recaudado con el impuesto de Sociedades

  • Entre enero y septiembre, fueron cerca de 14.000 millones de euros
  • El sector empleaba, hasta ahora, a alrededor de 140.000 personas
Dublín, la capital de Irlanda. Foto: Dreamstime

En 2009, Irlanda estaba sumida en una crisis que parecía interminable. Tras experimentar un crecimiento meteórico en la década de 1990, el país se enfrentaba a un descenso de su actividad que rozaba el 10%. Tal fue la situación, que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea se vieron obligados a intervenir con sendos rescates económicos. La nación consiguió salir del atolladero y, gracias a sus ventajas fiscales, llegó a convertirse en hogar de empresas como Google, Facebook, Yahoo, Apple, LinkedIn, Amazon y eBay. Esta condición se tambaleó en 2021 con la decisión del Gobierno irlandés de subir el impuesto de Sociedades al 15% y, ahora, vuelve a estar en peligro debido a los despidos masivos que está acometiendo el sector tecnológico.

Los motivos que llevaron a más de 1.500 empresas tecnológicas a decantarse por Dublín son varios: los lazos culturales con EEUU, el hecho de que comparten una lengua común, su legislación diseñada para promover la contratación de talento y el despido, y su impuesto de Sociedades del 12,5%. Por su parte, las compañías han realizado grandes inversiones de dinero, han pagado miles de millones de euros en impuestos y empleaban, hasta ahora, a alrededor de 140.000 personas, cerca del 6% de todos los trabajadores del país, según el ministro irlandés de Gasto Público, Michael McGrath.

Sin embargo, las grandes tecnológicas se encuentran ahora inmersas en su propio annus horribilis y esto supone una llamada de atención para la economía irlandesa. En concreto, el Gobierno de Irlanda podría ver peligrar una de sus principales fuentes de ingresos: el impuesto de Sociedades, cuya subida todavía no ha acometido. En los primeros 9 meses del año, las compañías de Silicon Valley, junto a las farmacéuticas, aportaron cerca de 14.000 millones de euros. Es decir, casi la mitad de todo lo que recaudan las arcas públicas irlandesas a través de este tributo. Asimismo, también estaría en juego el gravamen a los rendimientos del trabajo y actividades económicas de los trabajadores de este sector, que representan el 10% de lo que percibe el Estado irlandés.

No obstante, el ministro de Gasto Público ha asegurado que el país tiene capacidad para absorber los despidos anunciados, los cuales forman parte de una "reestructuración global". McGrath también señaló que Irlanda está "cerca del pleno empleo", con una gran variedad de sectores donde hay escasez de empleados, recoge Efe. En septiembre, la tasa de paro en Irlanda estaba en el 4,3%, según datos de Eurostat. 

Aunque en otra línea, hay quien tampoco cree que este escenario vaya a suponer un problema para la economía irlandesa. Es el caso de algunos expertos consultados por el Financial Times, que destacan que se trata de una oportunidad para que otros sectores, hasta el momento eclipsados por los gigantes tecnológicos, brillen. Otros consideran que esta desaceleración servirá para aliviar el coste de la vivienda, por las nubes a causa de los elevados salarios de esta industria. En Irlanda, el precio medio de la vivienda rozó en el mes de julio los 300.000 euros, situándose así como el país más caro de toda la Unión Europea, según Idealista. 

Por el momento, ninguna compañía tecnológica se ha decidido a abandonar Irlanda y se espera que los despidos no superen los 1.000 puestos de trabajo en todo el país. Todo lo contrario, Dell acaba de anunciar una inversión de 2 millones de euros en el condado de Cork y el sector tecnológico irlandés ha registrado 520 nuevos puestos de trabajo recientemente, según datos de la Cámara de Comercio Americana de Irlanda.

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