
Una de las armas más peligrosas e importantes en la guerra, es una que no mata, sino que influencia la opinión de la sociedad. Se trata de la propaganda, y todo triunfo militar tiene una campaña de propaganda exitosa que lo acompaña, por eso Rusia había lanzado una enorme campaña a través de redes sociales para intentar influenciar a diferentes países europeos, hasta que Meta la descubrió y desactivó.
Meta, la empresa matriz de plataformas como Facebook e Instagram, es una de las empresas más importantes en lo que se refiere a redes sociales. Esto se debe principalmente al número de usuarios que tiene, y hoy en día estas apps son uno de los principales canales donde la sociedad debate y establece la opinión pública.
Esto no es ningún secreto, y por eso cada vez es más común ver publicaciones falsas o con información errónea que se cuelan entre la verdad y que generan confusión a los usuarios. La desinformación es el gran problema al que se enfrentan los mediadores de estas plataformas, ya que hay miles de campañas que intentan cambiar la narrativa de los hechos y lo hacen de todas las formas posibles.
Las alarmas saltaron en Meta después de que un grupo de periodistas alemanes descubriera una serie de cuentas y perfiles que parecían estar relacionados. Al indagar un poco más, Meta se encontró con que había más de 1.600 cuentas de Facebook e Instagram y alrededor de 60 páginas webs que difundían bulos y fake news sobre la guerra de Ucrania y que se hacían pasar por medios conocidos como The Guardian, Spiegel o Bild.
Esta campaña de desinformación estaba distribuida por Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, España y Reino Unido, y realizaba advertencias falsas sobre la acogida de inmigrantes ucranianos, apoyaba las acciones del gobierno ruso y aseguraban que las sanciones europeas a Rusia tendrían consecuencias muy negativas para el resto del planeta.
Aunque ya no eran solo noticias, sino que también difundían vídeos y memes por otras redes sociales como Twitter o YouTube además de páginas web como Change.org. Lo peor es que una vez Meta empezó a intervenir las diferentes cuentas, observaron que las mismas personas estaban creando nuevas webs y perfiles, por lo que no parece que tengan intención de parar con esta campaña de desinformación.
Además de la intervención de esta campaña de origen ruso, Meta también detectó otra que provenía de China, y tenía un funcionamiento similar solo que estaba enfocada en Estados Unidos y en sus próximas elecciones.