
La era de la digitalización empresarial es ahora. Las grandes compañías, las pequeñas y medianas empresas o las administraciones públicas están en plena búsqueda de las soluciones informáticas que les permitan crecer a un coste que sea todavía más rentable, pero que les permita operar de una manera segura y potente.
La búsqueda de las nuevas maneras de conectarse con los clientes, de mejorar la eficiencia operativa y de adoptar las tecnologías digitales para apoyar la innovación son algunas de las motivaciones para continuar con la inversión tecnológica a toda costa y así ser competitivas dentro de sus propios sectores.
Ante este panorama, la gran mayoría de las organizaciones a nivel mundial continuarán aumentando su inversión en la computación distribuida en el Edge, o computación en la frontera. En concreto, el desembolso en materia de computación ascenderá hasta en un 37% durante los próximos dos años. Según revela la encuesta de EdgeView 2022, realizada por IDC, el camino hacia el Edge Computing no tiene retorno para la mayoría de las compañías.
El aumento del gasto en Edge está impulsado por varios factores clave, entre los que destacan los requisitos de rendimiento de las cargas de trabajo en expansión y los nuevos casos de uso, que aprovechan la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático o machine learning, y que exigen una mayor capacidad de la computación en la frontera o Edge.
La inversión también se está viendo incrementada debido al rápido crecimiento de la cantidad de datos que se almacenan en las ubicaciones de Edge, y la necesidad que tienen las empresas y organizaciones de mantener estos datos durante más tiempo, por lo que está aumentando el número de servidores físicos que están desplegando en Edge. Sin embargo, la mayor parte de la inversión da prioridad a la modernización de la infraestructura ya existente en las ubicaciones de borde, en vez de hacer frente a la construcción de nuevos equipamientos en materia informática.
La investigación de IDC ha revelado que también las empresas que hacen un despliegue de Edge están muy centradas en la construcción de negocios escalables, con inversiones que pueden contribuir rápidamente a la cuenta de resultados. Así, el aumento de los ingresos, la mejora de los productos y servicios y la reducción de los costes son los principales objetivos del despliegue de Edge. Pero la extensión de la computación distribuida también presentan oportunidades muy importantes para llenar un nicho de mercado o interrumpir un mercado existente.
El vicepresidente de investigación, Cloud y servicios de infraestructura de Edge de IDC, Dave McCarthy explica que "las empresas señalan que quieren los beneficios de un modelo operativo en la nube, con la libertad de desplegarlo en cualquier lugar". El experto recalca que todo esto "crea enormes oportunidades" para los proveedores de tecnología, que pueden "reducir la complejidad" y mantener la coherencia en estos entornos distribuidos.
Por su parte, la directora de investigación de Edge Strategies en IDC pone en valor el trabajo de los departamentos de Tecnologías de la Información (TI) gracias a este modelo de computación. La experta recalca que los despliegues en infraestructura Edge "están haciendo que las TI vuelvan a tener un papel más estratégico e influyente dentro de la organización e impulsan y apoyan los esfuerzos críticos de digital-first dentro de la organización más amplia".
Existen demasiados factores que demuestran que este tipo de tecnología será habitual en el futuro: el coste de los dispositivos es cada vez más reducido y su potencia es cada vez mayor, incluso en los componentes más modestos.
Otra de las ventajas que aporta esta solución computacional es la seguridad, un concepto que es muy importante para las empresas en los tiempos que corren. Así como, una importante reducción de costes. De hecho, la inversión para la transmisión de datos se reduce considerablemente al disminuir esa cantidad de transferencias de información a un almacén central para guardarla.
Por tanto, el Edge Computing es una de las soluciones más adecuadas cuando se necesita velocidad y baja latencia en las transferencias de datos. Por su parte, la nube será la encargada del análisis y tratamiento de grandes cantidades de datos que requieren una mayor potencia de cálculo.