Uno de los principales fabricantes de chips del mundo, Broadcom, ha anunciado un acuerdo para adquirir al desarrollador de software VMware, en la que podría ser una de las mayores operaciones de la historia del sector tecnológico.
VMware es más famosa por su programa de virtualización de sistemas, que permite ejecutar otros sistemas operativos en el ordenador de manera aislada y controlada; por ejemplo, es posible ejecutar un sistema Linux en un ordenador Windows, o viceversa. Eso es especialmente útil para programadores, desarrolladores y administradores de sistema. Con el tiempo, VMware se ha expandido a la nube, ofreciendo la posibilidad de ejecutar apps en cualquier entorno, sin importar el tipo de hardware que usemos; es un servicio atractivo para muchas empresas, pero pese a eso, VMware ha tenido problemas para alejarse de los números rojos.
Ahora, Broadcom, el fabricante detrás de algunos de los chips más usados del mundo, quiere hacerse con este gigante del software. El acuerdo es de 61.000 millones de dólares, divididos en compra de acciones y líquido, y también supone que Broadcom se hará cargo de la deuda de 8.000 millones de dólares que tiene VMware; la operación podría cerrarse en el año fiscal del 2023, si todos los reguladores dan el visto bueno, algo harto difícil.
Se espera que Broadcom encuentre resistencia en los Estados Unidos, donde su oferta para comprar Qualcomm fue rechazada por cuestiones de seguridad nacional; Broadcom no es extraña a realizar grandes adquisiciones, aunque no todas lleguen a buen puerto, y en la Unión Europea ha sido investigada por prácticas anticompetitivas. Tal vez es por todo esto que el acuerdo incluye una cláusula que permite a VMware aceptar ofertas de otros posibles compradores, y que incluso le permitirá pedir ofertas a otras compañías de manera activa.
Para los accionistas de VMware, habrá dos opciones. Podrán aceptar el pago de 142,50 dólares por acción, o bien podrán obtener 0,2520 acciones de Broadcom por cada acción de VMware que tengan. Esto supone un sobreprecio del 44% respecto al precio de las acciones que VMware tenía antes de que los rumores de esta adquisición empezasen a circular.
De completarse, esta sería una de las mayores operaciones del sector tecnológico, e irónicamente, la segunda ocasión en la que VMware protagonizaría una; en el 2015, fue comprada por Dell junto con su casa madre por 67.000 millones de dólares, pero en el 2021 el fabricante de ordenadores inició un proceso de separación que hizo a VMware más independiente, pero también más dependiente de sus propios ingresos.