
Muchas de las grandes transformaciones que ha generado la pandemia no solo han llegado para quedarse, sino que se siguen acelerando año tras año.
El ejemplo más claro de esto es todo lo relacionado con la tecnología y la digitalización, sobre todo en lo referente al mundo empresarial. De hecho, no han sido pocos los expertos que han estado alertando de que aquellas compañías que no se transformen digitalmente están destinadas a morir. Repasamos cuáles son los sectores con más potencial, según un estudio de IEBS Business School.
Cadenas de suministro
Esta industria tiene por delante el reto de maximizar las últimas tecnologías emergentes que abarcan desde la inteligencia artificial hasta el análisis de datos y el Internet de las Cosas. Por ello, aquellas empresas que ofrezcan soluciones que ayuden a agilizar los pedidos, reducir el desperdicio, resaltar áreas de riesgo y proteger las relaciones entre las partes tienen un gran potencial. De hecho, en el sector concreto de los almacenes, casi nueve de cada diez operadores están de acuerdo en que deben implementar nuevas tecnologías para ser más competitivos, según un informe de Zebra Technologies.
"Estamos viendo que se está produciendo un cambio positivo en la cadena de suministro y, en concreto, dentro de los almacenes", afirma Mark Wheeler, director de soluciones de cadena de suministros en Zebra Technologies. "La mayoría de los responsables de la toma de decisiones creen que las inversiones en automatización superan con creces los riesgos de no hacer nada, y cada vez se sienten más cómodos integrando todo tipo de nuevas tecnologías en sus operaciones e infraestructuras actuales".
5G e IoT
El 5G marca el comienzo de una nueva era en lo que respecta a la conectividad, por lo que, como destacan desde IEBS Business School "aparecerán grandes oportunidades para el desarrollo de servicios basados en la movilidad y el ancho de banda". Precisamente, uno de los saltos que permitirá el 5G es el procesamiento de la cantidad ingente de datos que demandarán tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA). Ésta ya está presente en muchos aspectos cotidianos como la detección facial de los móviles, los asistentes virtuales de voz o el uso de bots. Pero lo que la IA puede aportar gracias al procesamiento de los datos parece no tener límite. Hablamos, por ejemplo, de aplicarla a bases de datos para la investigación y desarrollo de nuevos fármacos, luchar contras las falsificaciones de productos, monitorizar espacios industriales o que los vehículos puedan comunicarse entre ellos. En definitiva, permitirá ejecutar acciones que nunca se hubiesen podido realizar debido a su complejidad.
Por otro lado, "el IoT es una tecnología madura y con menor coste de acceso, por lo que es mucho más fácil desarrollar soluciones ingeniosas", indican desde la escuela de negocios. IDC prevé que para 2025, aproximadamente 80.000 millones de dispositivos estarán conectados a Internet (hoy son 11.000 millones).
Finanzas descentralizadas
El interés en las criptomonedas y las finanzas descentralizadas (DeFi) aumentó drásticamente durante la pandemia, según el Foro Económico Mundial. Como explican desde Banco Santander, "su principal característica radica en que son los propios usuarios quienes intercambian (ofertan y demandan) activos y servicios financieros directamente entre ellos, sin intermediarios, para usarlos como mecanismo de inversión o financiación, por ejemplo".
A este respecto, "las turbulencias en los mercados hacen que las fintech o sistemas alternativos de financiación como el crowdfunding sean más protagonistas en este escenario. Por otro lado, la eclosión de las criptomonedas es imparable y muchos modelos de negocio se apoyan en este medio de pago para dar salida y monetizar sectores como el de los eSports. También vemos cómo, otra vez, proliferan las ICO's para lanzar nuevas criptos", apuntan desde IEBS.
A este respecto, más de 4 millones de españoles poseen criptomonedas, lo que supone multiplicar por 2,1 veces los usuarios en solo un año. De éstos, más de una cuarta parte, un 26,2%, ya supera los 6.000 euros de inversión. Son datos del III Estudio sobre conocimiento, hábitos y uso de Fintech en España, elaborado por la Asociación Usuarios Financieros (Asufin). Una fotografía que refleja el interés que suscita este mercado.
'Deep Tech'
Las deep tech podrían definirse como una nueva categoría de startup tecnológica, siendo su principal diferencia el deseo de resolver los grandes problemas globales sin importar el ámbito o sector. Tal y como explican desde ISDI, estas tecnologías tienen tres características comunes; pueden tener un gran impacto, tardan bastante tiempo en alcanzar la madurez y requieren de bastante capital. Es la tecnología la que marca de los tiempos de progresión. Según el fondo americano Draper Cygnus, en los últimos 10 años la inversión de capital riesgo en tecnologías profundas ha pasado del 10% al 25%.
Salud digital
Desde el historial médico electrónico a la receta electrónica o la cita online, la eSalud ha ido ganando terreno en los últimos años. Una tendencia que continuará en auge. "El uso de analytics y big data comienzan a facilitar el procesamiento y análisis de enormes cantidades de información generada por los pacientes. Su uso en los próximos años transformará la forma de diagnosticar, permitirá la personalización de tratamientos, ayudará a identificar factores de riesgo, tratamientos preventivos y posibles efectos secundarios de medicamentos y tratamientos, y mejorará los resultados y la productividad del sector salud", indican desde Deloitte.
De cara a 2025 la consultora lanza cinco predicciones sobre el sector: el hogar será el lugar habitual para el cuidado/seguimiento rutinario de la salud; los hospitales estarán reservados para el tratamiento especializado, traumatología y emergencias; muchos de los contactos médico-paciente se realizarán de manera virtual y serán informados con evidencias del entorno real; más del 70% de los españoles realizarán una consulta por conexión video; y los individuos estarán mejor informados sobre su perfil genético, su salud actual y posibles enfermedades futuras.
'E-learning'
El sector del e-learning, o el aprendizaje electrónico, ha evolucionado enormemente en los últimos años y todavía se encuentra en plena expansión. "Incluso antes de la pandemia, la consultora Research and Markets pronosticaba que el mercado de la educación en línea ascendería a 350.000 millones de dólares hasta el año 2025. Se espera que, tras actualizar estos datos debido al efecto de la pandemia, la cifra pueda superar los más de 500.000 millones", destacan desde IEBS.
En España, por ejemplo, en el año 1995 solo existía una universidad online, la Universitat Oberta Catalunya (UOC) y una a distancia, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Actualmente, las 83 universidades del país usan plataformas digitales de un modo u otro, según los datos de la consultora AEFOL.
Ciberseguridad
El crecimiento de la digitalización y la conectividad ha conllevado también un aumento de las ciberamenazas. A este respecto, la escasez de competencias en ciberseguridad conlleva múltiples retos y repercusiones para las organizaciones, como la aparición de brechas de seguridad y las consiguientes pérdidas económicas. De este modo, la falta de habilidades sigue siendo una de las principales preocupaciones de la alta dirección y se está convirtiendo cada vez más en una prioridad de la junta directiva, según un informe de Fortinet.
Como desvelaba un estudio de Google en 2019, un ataque informático le cuesta a cada pyme una media de 35.000 euros, una elevada cuantía que, en gran parte, es responsable de que el 60% de esas compañías atacadas termine cerrando su negocio poco después. "Los casos de robos de información, tecnología o financieros son cada vez más conocidos y se está creando conciencia entre empresas y usuarios. Al igual que proliferaron las empresas de ciberseguridad en el mundo real, en el mundo virtual existe un riesgo similar, por lo tanto, también existe un mercado incipiente", indican desde IEBS.
Comercio electrónico