Tecnología

Livall, del linarense Manu Marín, prepara el lanzamiento de cascos inteligentes para moto

  • Ha vendido por valor de 1,2 millones en cascos de bici en nueve meses
  • Comercializará también cofres de limpieza de cascos para flotas de patinetes
  • Tiene ya contratos cerrados por valor de 18 millones para los próximos años

La startup Livall, empresa liderada por el linarense Manu Marín, prepara el lanzamiento de un casco de moto inteligente dotado con múltiples medidas de seguridad y tecnología capaz de proyectar información útil para la conducción en su visor. Un salto en su estrategia de producto, hasta ahora centrada en cascos inteligentes para bicicletas y patinete, con la que ha conseguido facturar 1,2 millones de euros en ventas en apenas nueve meses y con la que tiene ya cerrados contratos por valor de 18 millones para los próximos años.

Las previsiones de Livall son alcanzar los 3 millones en ventas este año y cerrar 2023 con ocho millones, explica Marín.

En los próximos meses saldrán a la venta los cascos de moto (desde una versión sencilla, sin visera, que se comercializa por 299 dólares, otro modelo más completo de carbono por 499 y el tecnológico, con visera con toda la información precisa para una conducción segura por 799). Van equipados con cámara 4k y dispositivos de seguridad ya usados en bicis: sensores de aceleración y gravedad, luces LED, altavoces estéreo, micrófono a prueba de viento, conexión bluetooth, mando a distancia en manillar y materiales de alto rendimiento.

Esto se traduce en funciones como luces de freno y posición automáticas, indicadores lumínicos de cambio de dirección sin tener que soltar el manillar, llamadas telefónicas con manos libres, navegación por voz o un sofisticado sistema SOS que ya ha salvado vidas enviando automáticamente a los contactos de emergencia establecidos por el usuario una señal de socorro, acompañada de la posición del accidentado vía GPS.

Se va a hacer además otro lanzamiento para flotas corporativas de patinetes: un cofre en el que el casco se limpia tras cada uso con ozono y queda listo para un nuevo cliente, absolutamente desinfectado.

Ventas

La base del negocio está aún en la línea de cascos para bici y patinete que la compañía con sede en la comunidad de Madrid fabrica desde hace un año en China, y que distribuye desde su centro de montaje y logística de Albacete. 

Hasta ahora las ventas han sido fundamentalmente on line, aunque ya dispone de un punto de venta físico en San Sebastián de los Reyes. Tiene además acuerdos con compañías de telecomunicaciones, empresas de seguros y del sector del delivery y retail, además de plataformas de ventas on line para una distribución multicanal.

Trayectoria

Manuel Marín ha pasado por empresas del calibre de Telefónica o Apple. Hace siete años seleccionaba proyectos de interés para Yellow River Capital, de Morgan Stanley, en China. Ahí tuvo contacto con el proyecto Livall, que no reunía los requisitos para que su empresa invirtiese pero que fue su apuesta personal.

Marín tiene actualmente intereses en una quincena de startups. Entre ellas Walbox, unicornio español que debutó el año pasado en la bolsa de Nueva York.

Nacido en Linares hace 46 años, es antiguo alumno del Instituto Cástulo y de la Universidad de Jaén, en el campus linarense. Sus primeros pinitos empresariales son también locales, con participación en proyectos como la construcción de coches vintage. No pierde su vinculación con su ciudad natal, en la que pensó incluso para el punto de montaje y logística que hoy tiene en Albacete. "Con el puerto seco del que se habla desde hace años pero no se acomete tal vez hubiera sido distinto y Livall estaría allí", lamenta. También sigue muy cerca el crecimiento de ecosistemas andaluces de emprendimiento tecnológico como Málaga, "una referencia de cómo una ciudad puede potenciar el emprendimiento y la tecnología que es bien conocida en toda Europa y que es un punto caliente".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky