No cabe duda que en 2007, cuando se lanzó el primer iPhone, el mercado de los smartphones se revolucionó por completo ya que marcó los pasos y sirvió como ejemplo para llegar a los smartphones que tenemos hoy en día, pero, ¿Y si hubiera sido de otra forma?
Tony Fadell tiene la respuesta a esta pregunta, y es que el que es considerado como "el padre de los iPods" y el creador de las cámaras Nest que más tarde fueron compradas por Google, tiene un libro llamado Build: An Unthordox Guide to Making Things Worth Building.(Construir: Una Guía heterodoxa para hacer cosas que valgan la pena construir.) en el que incluye una imagen de lo que podría haber sido el primer iPhone si Steve Jobs hubiera tomado otra dirección.
Quieras o no, los iPhone son el smartphone a seguir, su éxito es indudable y esto se debe al diseño y prestaciones que tienen estos teléfonos. Su ventaja, es que ya desde el primer modelo consiguieron diferenciarse del resto, pero para llegar a esta primera versión tuvieron que probar con muchas posibilidades.
Entre ellas, aunque finalmente este modelo no consiguió convencer al equipo de Apple, Fadell diseño un prototipo que, a pesar de ser novedoso por ciertos aspectos, el diseño era similar a lo que ya existía en el mercado. Este prototipo tenía el cuerpo de un iPod y a diferencia del que sí acabo convirtiéndose en el primer iPhone, no tenía pantalla táctil.
El prototipo tenía una pequeña pantalla encima de una rueda con los mismos botones que el iPod, pero a diferencia del reproductor de música, la parte de atrás estaba equipada con una cámara, que se podía tapar y destapar, y justo debajo estaban las teclas para poder marcar los números de teléfono.
Sin embargo, este modelo no llegó a convencer a los dirigentes de la compañía de la manzana "Fue realmente genial que la gente pensara en ello. No estaba nada mal. No funciona por muchas razones, pero no está mal pensado" recuerda Fadell.
Apple quería algo nuevo, algo que revolucionase por completo el mercado y la idea de qué era un teléfono móvil, y menos mal, porque quien sabe cómo habría sido el futuro de los smartphones si la compañía se hubiera conformado con ese prototipo y no hubiera querido ir más allá. Pero también resulta curioso recordar lo que vino antes del iPhone y fantasear con lo que podría haber sido.